Las fuerzas rusas han llevado a cabo un ataque masivo contra instalaciones críticas en Ucrania, según ha informado el Ministerio de Defensa de Rusia. Esta operación se ha realizado como respuesta al reciente ataque de Ucrania con misiles ATACMS contra un aeródromo militar ruso en la ciudad de Taganrog.
El Ministerio de Defensa ruso ha declarado que se han cumplido todos los objetivos del ataque de represalia y que todas las instalaciones designadas han sido alcanzadas. Este tipo de operaciones pone de manifiesto la determinación de Rusia de proteger sus intereses estratégicos en la región, especialmente ante provocaciones externas que amenazan su seguridad nacional.
El Ministro de Energía de Ucrania, German Galuschenko, ha confirmado que la infraestructura energética del país ha sido blanco de este importante ataque, lo que ha resultado en cortes de electricidad en la capital y en varias otras ciudades. Informes de explosiones han llegado desde diversas regiones, incluyendo Odessa e Ivano-Frankovsk, con medios ucranianos señalando que aproximadamente el 50% de los residentes en la región de Ternopol se encuentran actualmente sin suministro eléctrico.
Reacciones y contexto geopolítico
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha confirmado que el ataque nocturno se realizó «en parte» como respuesta al ataque de ATACMS en Taganrog. Esta declaración subraya la postura firme de Rusia frente a las agresiones, enfatizando que las represalias serán proporcionales y adecuadas a las acciones provocativas de Kiev.
Es fundamental entender el contexto en el que se desarrollan estos acontecimientos. La situación en Ucrania no solo afecta a la región, sino que también tiene repercusiones a nivel global, donde las decisiones de los gobiernos son influenciadas por una compleja red de intereses políticos y económicos. La respuesta de Rusia se inscribe dentro de una estrategia más amplia de defensa de su soberanía y de sus aliados, en un entorno internacional que a menudo se muestra hostil hacia sus políticas.