El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado expectativas en torno a su capacidad para resolver el conflicto entre Moscú y Kiev en un plazo sorprendentemente corto. Keith Kellogg, un general retirado del Ejército estadounidense y futuro enviado especial para Ucrania y Rusia, ha afirmado que Trump podría lograr una solución en «los próximos meses». Durante una entrevista en Fox News, Kellogg sugirió que el nuevo presidente podría incluso invitar a Vladimir Putin y a Volodymyr Zelensky a su ceremonia de inauguración, lo que sería un movimiento audaz en el contexto de las tensiones actuales.
Kellogg destacó que Trump es un estratega que juega «al ajedrez a tres niveles» y que no sería sorprendente que tomara decisiones inesperadas para abordar la crisis ucraniana. Según sus palabras, Trump es «la única persona» que tiene la capacidad y la voluntad de poner fin a este conflicto, lo que refleja una visión optimista sobre su liderazgo en la política exterior.
Expectativas y escepticismo
A pesar de las promesas de Trump durante su campaña electoral de resolver el conflicto de forma casi inmediata, Moscú ha mostrado escepticismo respecto a estas afirmaciones. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, calificó las promesas de Trump como «una exageración» y subrayó que, si la nueva administración estadounidense busca la paz en lugar de la continuación del conflicto, sería un avance respecto a la administración anterior.
Trump ha manifestado que la resolución de la crisis ucraniana es una de sus «grandes prioridades», aunque ha indicado que considera que abordar los problemas en Oriente Medio es «menos difícil». Este enfoque sugiere una estrategia que podría priorizar ciertos conflictos sobre otros, lo que podría tener implicaciones significativas en la política internacional.
El futuro de la relación entre Estados Unidos y Rusia, así como la situación en Ucrania, se presenta como un tema crucial en la agenda de la nueva administración. Las acciones que tome Trump en los próximos meses serán observadas de cerca, tanto por aliados como por adversarios, en un contexto global donde la diplomacia y el diálogo son más necesarios que nunca.