El Ayuntamiento de Madrid ha intensificado su control sobre los conciertos celebrados en el estadio Santiago Bernabéu, tramitando desde el 26 de abril de 2024 un total de 24 sanciones que suman 2,6 millones de euros. Estas multas se han impuesto a los promotores de los espectáculos por el incumplimiento de los límites de decibelios establecidos en la ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica, según ha informado la agencia EFE.
Las cifras han mostrado un aumento significativo desde el primer reporte, que mencionaba 11 sanciones por un total de 801.000 euros. Sin embargo, el número de multas se ha duplicado, reflejando la preocupación del Consistorio por las molestias que los conciertos han causado a los vecinos del estadio. El Ayuntamiento ha enfatizado su diligencia en el seguimiento de la normativa, instando al Real Madrid a implementar medidas correctivas para mitigar el impacto acústico de los eventos musicales.
Las sanciones y el caso de Manuel Carrasco
Las sanciones impuestas varían entre 16.000 y 148.000 euros, aunque la suma total de las multas tramitadas asciende a 2,6 millones. Este asunto ha cobrado especial relevancia desde que el cantante Manuel Carrasco anunció su intención de recurrir las tres multas que le fueron impuestas tras su concierto el pasado 29 de junio. En el programa ‘La Revuelta’ de David Broncano, Carrasco reveló que las sanciones a las que se enfrenta ascienden a un total de 399.000 euros, con multas individuales de 126.000, 144.000 y 129.000 euros.
A pesar de su intención de recurrir las sanciones, Carrasco expresó su respeto hacia los vecinos afectados por el ruido, señalando que, a lo largo de su carrera, nunca había enfrentado multas por exceso de ruido en sus conciertos. El cantante hizo hincapié en que considera que no tiene responsabilidad en esta situación, un argumento que seguramente será parte de su defensa en el proceso administrativo que se avecina.
La situación en el Bernabéu pone de manifiesto la tensión entre la celebración de grandes eventos musicales y la necesidad de respetar la normativa de protección ambiental y acústica. A medida que se intensifican los conciertos en el estadio, el desafío para los organizadores y el club será encontrar un equilibrio que satisfaga tanto a los aficionados como a los residentes de la zona.