La reciente Conferencia de Presidentes ha dejado un sabor agridulce en el ambiente político español. Las expectativas, que ya eran bajas, fueron confirmadas al finalizar la reunión sin ningún acuerdo concreto que pudiera marcar un cambio significativo en la relación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. Los presidentes del Partido Popular (PP) no tardaron en reprochar a Pedro Sánchez la falta de un intercambio previo de propuestas, lo que dificultó un debate real sobre temas cruciales. Juan Manuel Moreno, presidente de Andalucía, resumió la situación con una contundente declaración: “Hemos perdido un tiempo precioso”.
Uno de los puntos más candentes abordados fue la condonación de deuda que las comunidades autónomas mantienen con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). La situación se ha vuelto más compleja tras el anuncio del Ministerio de Hacienda sobre la extensión de una quita pactada con ERC, que podría generar tensiones internas dentro del PP. Comunidades como la Valenciana, la Región de Murcia y Andalucía, que están fuertemente endeudadas, se enfrentan a la posibilidad de que otras regiones, menos afectadas, se beneficien de este acuerdo. Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, intentó establecer una posición común para evitar que estas diferencias se convirtieran en una brecha que pudiera dar ventaja al Gobierno.
Reacciones de las Comunidades Autónomas
En la reunión celebrada en Santander, Sánchez anunció que en enero se convocará el Consejo de Política Fiscal y Financiera para dar un nuevo impulso a la condonación de deuda. Los presidentes autonómicos del PP mostraron cierta unanimidad al señalar que esta medida no resuelve el problema de fondo, que es la necesidad de una reforma del sistema en profundidad. Sin embargo, las opiniones se dividieron en cuanto a la condonación en sí. Comunidades como Aragón y Castilla y León se manifestaron en contra de la quita, considerando que no es justa ni tiene sentido.
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, sorprendió al proponer que la única condonación de deuda se realice en la Comunidad Valenciana, tras los desastres ocasionados por la DANA. Aunque su propuesta no fue un guiño explícito al presidente valenciano Carlos Mazón, sí reflejó una preocupación por la economía de la región. Desde Andalucía y Murcia, también se mostraron dispuestos a apoyar una medida que beneficiara a la Comunidad Valenciana, aunque en Castilla y León la respuesta fue menos entusiasta.
A pesar de las tensiones internas en el PP, la postura del partido se mantiene firme en que ninguna comunidad puede negarse a ayudar a Valencia si se concreta una condonación de deuda. Sin embargo, los barones regionales del PP advierten que las propuestas de condonación que plantea el Gobierno son solo un “parche” que beneficia a Cataluña. En los encuentros bilaterales con Sánchez, la quita de deuda no fue abordada, lo que dejó claro que la estrategia del Gobierno podría estar orientada a provocar divisiones dentro de las filas populares.
La incertidumbre sobre cómo responderán los presidentes autonómicos en la reunión de enero está presente. Aunque todos han manifestado su intención de asistir, la mayoría exigirá que se discuta el sistema en su conjunto y no solo la condonación de deuda. Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia, fue claro en que se debe tener una propuesta firme para la reforma en un plazo máximo de un año.
