A pesar de que el partido Junts ha realizado un balance negativo del primer año de negociaciones con el PSOE, los posconvergentes no cierran la puerta a seguir colaborando. Esto ocurre incluso si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se somete a la cuestión de confianza que exige el expresident Carles Puigdemont.
El secretario general de Junts, Jordi Turull, en una reciente entrevista en Catalunya Ràdio, ha manifestado que, tras el pacto de Bruselas que facilitó la investidura del líder socialista, se sentían «con una cierta obligación de ir tratando cada tema» que se les presentaba. Sin embargo, ha advertido que si el PSOE no cumple con los acuerdos alcanzados, la confianza que se les otorgó podría revertirse. Turull ha enfatizado que solo apoyarán decisiones que sean «favorables para los catalanes», sin sentirse «obligados a nada».
Negociaciones sobre los Presupuestos Generales del Estado
Turull ha desvinculado este balance de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado y ha subrayado que su condición para sentarse a la mesa de diálogo es establecer un mecanismo de compensación por el gasto previsto para Cataluña que no se ha ejecutado en las cuentas anteriores. Esto podría lograrse mediante una transferencia de recursos a la Generalitat o a través del FLA. No obstante, ha subrayado que, por el momento, la negociación aún no ha comenzado.
Por otra parte, Turull ha dejado claro que no se sumarán a una moción de censura con PP y Vox. «Si no nos fiamos de Sánchez, imagínese de [Alberto Núñez] Feijóo. Es una fantasía, no lo haremos», ha afirmado, reconociendo que no cuentan con los apoyos necesarios para destituir al presidente del Gobierno. También ha rechazado aportar sus votos en caso de que el PP planteara una moción de censura meramente instrumental, que solo buscara la llegada a la Moncloa y la convocatoria de elecciones de forma automática.
En este contexto, Turull ha indicado que el movimiento de Puigdemont busca averiguar si Sánchez desea estar «en el poder por el poder, aunque vaya perdiendo votaciones». Ha recordado que todavía están pendientes compromisos como la oficialidad del catalán en la UE o el traspaso de competencias en inmigración a Cataluña, aunque ha reconocido que el texto está avanzando y ambas partes esperan que esté listo en las próximas semanas.
Finalmente, ha denunciado que los socialistas presentan un discurso contradictorio en Suiza y en Madrid, y ha señalado que el relato de «normalización» ofrecido por el president de la Generalitat, Salvador Illa, choca con lo pactado en Bruselas.
