El líder de Junts, Carles Puigdemont, ha intensificado su crítica hacia el PSOE en un momento de creciente tensión política. Durante su intervención en el Consell Nacional del partido, celebrado en Vila-Seca (Tarragonès), Puigdemont reiteró su advertencia al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, exigiendo que se someta a una cuestión de confianza. El expresident dejó claro que su postura no es un simple «farol» y subrayó la necesidad de que su formación esté «preparada para todas las eventualidades».
La insistencia de Puigdemont en que «no nos sobra el tiempo» resalta la urgencia que siente su partido ante un posible cambio en el panorama político. Además, manifestó que los posconvergentes no se convertirán en «rehenes de nadie», dejando entrever su voluntad de actuar con independencia y determinación.
Reacciones dentro de Junts
El secretario general de Junts, Jordi Turull, se alineó con la postura de Puigdemont durante este encuentro. Turull expresó que su partido no se dejará intimidar por los pronósticos que sugieren una victoria del PP en caso de un adelanto electoral. «No nos hace ni cosquillas», afirmó, y aprovechó para recordar los pactos entre el PP y el PSOE, señalando que «esto así no puede seguir ni un día más».
Ambos líderes han manifestado que la reunión con el PSOE, llevada a cabo en Suiza, no logró acercar posturas. Puigdemont describió el balance del año transcurrido desde el pacto que facilitó la investidura de Sánchez como «decepcionante», y reclamó un «punto de inflexión». A pesar de no entrar en detalles sobre las negociaciones, dejó claro que no se conformarán con «migajas».
El expresident hizo referencia a temas cruciales como el traspaso de competencias en inmigración y la negociación sobre un nuevo modelo de financiación. En este contexto, enfatizó que la capacidad de decisión debe estar en manos de la Generalitat, advirtiendo que si el poder real sigue concentrado en Madrid, su partido prefiere no participar en el proceso.