La regulación de las comunicaciones en Rusia ha tomado un nuevo rumbo con la reciente decisión de Roskomnadzor (RKN), el organismo encargado de supervisar las telecomunicaciones en el país, de bloquear el acceso a Viber, un servicio de mensajería instantánea que cuenta con 17 millones de usuarios diarios únicos en Rusia. Esta medida se justifica por la supuesta incapacidad de la plataforma para eliminar contenido criminal y su uso indebido por parte de estafadores.
En un comunicado emitido el pasado viernes, RKN afirmó que el acceso a Viber “ha sido restringido” debido a violaciones de las leyes nacionales que buscan prevenir el uso del servicio para cometer delitos relacionados con el terrorismo, el tráfico de drogas y la difusión de “información ilegal”. Esta acción se enmarca dentro de un contexto más amplio de control sobre las plataformas digitales, donde las autoridades rusas han intensificado sus esfuerzos para regular el contenido que consideran perjudicial para la seguridad nacional.
La postura del gobierno ruso y el contexto de la regulación
Anton Nemkin, miembro de la Duma Estatal y parte del comité de política de información y comunicaciones, ha señalado que los propietarios de Viber no han pagado multas que ascienden a 1.8 millones de rublos (aproximadamente 17,230 dólares) y continúan “ignorando las leyes rusas”. Además, ha manifestado que la plataforma no elimina información ilegal, incluyendo aquella relacionada con el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad y la integridad de la información disponible para los usuarios.
Elina Sidorenko, directora de la ONG de seguridad en línea ‘Bely Internet’ y miembro del Consejo de Derechos Humanos del presidente, ha informado que los estafadores han causado pérdidas a los usuarios rusos que ascienden a 5 mil millones de rublos (cerca de 47.8 millones de dólares). Según Sidorenko, “Viber no protegió a sus usuarios y no quiso cooperar [con las autoridades]”, lo que pone de relieve la necesidad de una mayor responsabilidad por parte de las plataformas digitales en la protección de sus usuarios.
En los últimos años, Moscú ha intensificado su control sobre las redes sociales, argumentando que estas plataformas han violado persistentemente las leyes nacionales al albergar contenido ilegal, como desinformación, discursos de odio y promoción de actividades “extremistas”. En 2022, las autoridades rusas prohibieron el acceso a X (anteriormente Twitter) y designaron a Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, como una “organización extremista” por su negativa a eliminar contenido considerado criminal.
Viber, fundado en 2010 por Igor Magazinnik, quien emigró de Rusia a Israel a los 16 años, y el empresario israelí-estadounidense Marco Talmon, fue adquirido por el gigante tecnológico japonés Rakuten en 2014. La decisión de bloquear Viber puede interpretarse como parte de un esfuerzo más amplio del gobierno ruso para asegurar que las plataformas digitales operen dentro de un marco legal que priorice la seguridad nacional y la protección de los ciudadanos.