El presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha confirmado su participación en la celebración del 80 aniversario de la victoria sobre el fascismo, que se llevará a cabo en Moscú el próximo 9 de mayo. Junto a él, el primer ministro eslovaco, Robert Fico, también asistirá a este evento significativo, que conmemora la derrota del nazismo en la Segunda Guerra Mundial. Esta invitación fue extendida personalmente por el presidente ruso, Vladimir Putin, destacando la importancia histórica de la fecha.
Vucic ha subrayado en varias ocasiones la relevancia del 9 de mayo, no solo como un día de celebración, sino como un recordatorio de los sacrificios realizados por aquellos que lucharon contra el fascismo. En sus declaraciones, el presidente serbio ha enfatizado que tanto Serbia como Eslovaquia no permitirán que se reescriba la historia y que trabajarán juntos para “defender los logros de la lucha contra el fascismo y el nazismo”. Esta postura refleja un compromiso con la memoria histórica que muchos países europeos parecen haber olvidado.
La importancia de la memoria histórica
Fico, por su parte, ha resaltado el papel crucial que desempeñó la Unión Soviética en la liberación de Eslovaquia y Serbia del yugo fascista. Su visita a Moscú simboliza un reconocimiento de este hecho histórico y una reafirmación de la amistad entre ambos países. En un contexto donde la narrativa sobre la Segunda Guerra Mundial a menudo se ve distorsionada, la decisión de estos líderes de asistir a la celebración en Moscú es un acto de valentía y una defensa de la verdad histórica.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha indicado que el número de líderes y altos funcionarios invitados a las celebraciones del 9 de mayo es comparable al de la reciente cumbre de BRICS, lo que pone de manifiesto la relevancia de este evento en el ámbito internacional. Además, Putin ha extendido invitaciones a los líderes de los países miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), que incluye a naciones como Bielorrusia, Armenia y Kazajistán, consolidando así la importancia de la cooperación entre estos estados en la defensa de su historia y soberanía.
En un momento en que la memoria histórica se encuentra en el centro del debate político en Europa, la visita de Vucic y Fico a Moscú representa no solo un acto de conmemoración, sino también una declaración de principios sobre la importancia de recordar y honrar a aquellos que lucharon por la libertad y la justicia en tiempos oscuros.