Un equipo de arqueólogos ha realizado un hallazgo significativo en la iglesia de San Nicolás, situada en Demre, Antalya, Turquía. Se trata de un sarcófago de piedra caliza de aproximadamente dos metros de largo, que se cree que podría ser la tumba del famoso obispo griego San Nicolás, figura que inspiró la leyenda de Santa Claus. Este descubrimiento se produce en el contexto de excavaciones que se han llevado a cabo en el lugar desde 1989, aunque el reciente hallazgo es el más fascinante hasta la fecha.
El sarcófago fue encontrado a seis pies de profundidad en un anexo de dos plantas de la iglesia y está considerado desde hace tiempo como el posible lugar de descanso final del santo. La investigación fue liderada por Ebru Fatma Findik, profesora asociada de la Universidad Kemal de Hatay, como parte del ‘Proyecto Legado para el Futuro’. “El hecho de que hayamos encontrado un sarcófago cerca de la iglesia, que se piensa alberga su tumba, puede indicar que esta es, de hecho, el área sagrada que hemos estado buscando”, declaró Findik. Este descubrimiento aporta una confirmación arqueológica significativa sobre las fuentes históricas que apuntan al lugar de entierro de San Nicolás.
Aunque el hallazgo de la ubicación del sarcófago refuerza la hipótesis de que se trata efectivamente de la tumba de San Nicolás, el equipo de investigadores espera encontrar una inscripción que pueda proporcionar más información sobre el contenido del sarcófago. Findik comentó: “Nuestra mayor esperanza es encontrar una inscripción en el sarcófago. Esto ayudaría a clarificar los contenidos del entierro y permitiría determinar el periodo exacto al que pertenece”. Hasta la fecha, solo se ha descubierto completamente la tapa del sarcófago, y una pequeña sección de la cámara funeraria es visible. El equipo planea realizar más excavaciones en los próximos meses para desenterrar más pistas.
San Nicolás, nacido en Myra (actualmente Demre) en algún momento posterior al año 260 d.C., fue un obispo cristiano y se convirtió en el santo patrón de los niños y los marineros. Su figura fue venerada por su bondad y generosidad, y las historias sobre él ayudaron a forjar leyendas de milagros. Con el tiempo, la reverencia hacia este santo evolucionó hasta dar lugar a la figura de Santa Claus, el alegre portador de regalos que se ha convertido en un símbolo de las celebraciones navideñas en Occidente. El nombre Santa Claus proviene del apodo holandés de San Nicolás, ‘Sinter Klaas’. Sin embargo, se conoce muy poco sobre el San Nicolás real, salvo que fue enterrado en la iglesia que lleva su nombre tras su muerte, ocurrida alrededor del año 343 d.C. La ubicación real de su cuerpo ha sido un misterio, ya que se cree que fue robado en 1087 y llevado a la Basílica de San Nicolás en Bari, Italia. Hasta el momento, los estudios científicos realizados sobre estos huesos no han proporcionado pruebas concluyentes de que realmente pertenezcan a San Nicolás.