El Deportivo Alavés y el Athletic Club firmaron un empate 1-1 en un derbi vasco disputado en Mendizorroza, correspondiente a la decimoséptima jornada de LaLiga EA Sports. El encuentro estuvo marcado por una notable intensidad, aunque el espectáculo futbolístico no alcanzó las expectativas de los aficionados.
Desarrollo del Partido
El Athletic Club tomó la delantera en el marcador a los diez minutos gracias a Unai Gómez, quien, tras romper el fuera de juego, resolvió con eficacia en un mano a mano ante el portero Antonio Sivera. Este gol, que llegó pronto, condicionó el desarrollo del choque, ya que los rojiblancos mantuvieron una presión constante sobre un Alavés que se vio obligado a buscar el control del balón, aunque con dificultades para progresar y generando ocasiones para su rival.
El conjunto dirigido por Eduardo Coudet intentó replicar la intensidad de su oponente, pero el Athletic, con paciencia, logró crear más oportunidades, especialmente por la banda derecha, donde Iñaki Williams se mostró muy activo. La primera mitad transcurrió con igualdad, a pesar del gol de Gómez, y las ocasiones claras fueron escasas. Destacó una llegada de Jon Guridi, que se encontró con la intervención de Dani Vivian, quien evitó el remate.
A pesar de los esfuerzos del Alavés, que buscó aprovechar la velocidad de Carlos Vicente sobre Adama Boiro, fue el Athletic quien terminó la primera parte con un leve dominio en el juego. La segunda mitad comenzó con un Alavés más decidido, aunque la puntería no les acompañó, ya que sus intentos de igualar el marcador se toparon con un sólido Unai Simón.
Los albiazules pidieron penalti por una mano de Yuri Berchiche, pero el árbitro consideró que no había infracción, lo que generó más tensión en el ambiente. No fue hasta que Jon Guridi protagonizó una buena transición que el Alavés logró el empate. Un tiro de Guridi fue mal despejado por Simón, y Joan Jordán estuvo atento para empujar el balón a la red, igualando el marcador en un momento clave del partido.
Joan Jordán brilló en esta etapa del encuentro, siendo fundamental en la creación de juego y generando problemas a la defensa rojiblanca junto a Kike García. A medida que avanzaba el partido, las fuerzas comenzaron a flaquear y las imprecisiones se hicieron evidentes en ambos equipos. En el tiempo añadido, una jugada polémica se llevó la atención, ya que un gol de Dani Vivian fue anulado por el árbitro debido a una falta previa, manteniendo así el empate hasta el final del encuentro.
