El Atlético de Madrid ha logrado una racha impresionante de once victorias consecutivas, un hito que requiere de múltiples estrategias para sostenerse en la cima. La combinación de talento, como el que aportan Griezmann y Julián Álvarez, junto a la energía caótica de Correa o Giuliano, y el sólido rendimiento de Sorloth, se han convertido en claves para que el equipo de Simeone mantenga su moto ganadora desde el 31 de octubre. Con la vista puesta en el liderato de LaLiga, el Atlético se prepara para asaltar la primera posición, que parece al alcance de su mano.
El reciente triunfo en un complicado derbi contra el Getafe no solo les permitió superar al Real Madrid en la clasificación, sino que también los coloca en una posición amenazante frente al FC Barcelona, al que visitarán el próximo sábado. Aunque el Cholo adopte un enfoque de «partido a partido», este Atlético se muestra capaz de ganar como lo hacen los verdaderos campeones: resistiendo, con pluralidad en su juego y con el apoyo incondicional de su afición.
Una victoria trabajada ante el Getafe
El enfrentamiento entre el Atlético y el Getafe se asemejó a un banquete navideño, donde las celebraciones se mezclan con el temor a que un comentario inoportuno pueda arruinar el ambiente. En este contexto, el Getafe, bajo la dirección de Bordalás, se ha convertido en un enemigo incómodo, siempre dispuesto a complicar la digestión de sus rivales.
El Metropolitano se ha transformado en un fortín, y Simeone optó por repetir el once que había triunfado en la Europa League, aprovechando que la preparación física es una asignatura superada bajo el mando de Luis Piñedo. El Cholo, a pesar de alabar a sus suplentes, muestra una clara preferencia por conocer a sus jugadores en el campo.
Por su parte, Bordalás enfrenta dificultades con un equipo que ha tenido que recurrir a jugadores del filial, quienes, aunque esforzados, no lograron incomodar a un Atlético que en la primera parte se mostró impreciso. A pesar de un inicio titubeante, las mejores oportunidades de gol fueron para los rojiblancos, destacando las intervenciones de De Paul y Giuliano, quien estuvo cerca de abrir el marcador antes del descanso.
La segunda mitad mostró a un Atlético más decidido. Se hizo evidente que si querían que el partido cambiara, debían ser ellos quienes tomaran la iniciativa. Con una defensa del Getafe bien posicionada, el equipo local tuvo que esforzarse, y fue en este contexto donde Sorloth emergió como el protagonista, anotando el gol que sellaría la victoria. Con un cabezazo preciso tras un centro de Nahuel Molina, el delantero noruego demostró su capacidad para ser la solución en momentos complicados, evitando que el partido se convirtiera en una trampa indigesta.
Este triunfo no solo prolonga la racha victoriosa del Atlético, sino que también reafirma sus aspiraciones en la competición, sirviendo como un recordatorio de que, a pesar de los desafíos, este equipo sabe cómo salir adelante.
