El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha señalado el próximo martes como un día crucial para evaluar el estado de las negociaciones entre su partido y el PSOE. En ese día, la Mesa del Congreso decidirá si admite a trámite la proposición no de ley presentada por Junts, que exige que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza, tal como lo instó el expresidente Carles Puigdemont. Turull ha indicado que, si la iniciativa avanza, su partido otorgará un plazo de dos meses al PSOE para cumplir con los acuerdos previos y continuar las negociaciones. Sin embargo, en caso de un veto, Junts tomará «decisiones», dejando claro que actualmente no se dan las «condiciones» para discutir los Presupuestos Generales del Estado.
El presidente Sánchez ya ha rechazado la petición de Junts de someterse a una cuestión de confianza, lo que plantea interrogantes sobre las intenciones de Puigdemont. Turull ha manifestado que el actual año debería haberse utilizado para construir confianza, pero que hasta el momento no ha sido así. Ha criticado la duplicidad del PSOE, que presenta un discurso en Ginebra y otro diferente en Catalunya, y ha exigido claridad sobre cuál de los dos es el válido. Según Turull, la confianza no está en manos del PSOE y tienen un plazo para rectificar antes de que se debata la proposición.
El futuro de las negociaciones y el papel de Junts
Las dudas sobre la admisión de la proposición en el Congreso son palpables, con fuentes que sugieren que la Mesa podría vetar la iniciativa. Turull ha manifestado su incredulidad ante un posible veto, afirmando que si la Mesa decide no permitir el debate, su partido tomará decisiones al respecto. Junts ha dejado claro que no aceptará un diálogo vacío; la falta de cumplimiento por parte del PSOE en los compromisos previos ha llevado a una situación de estancamiento en las negociaciones.
La cuestión de confianza planteada a Pere Aragonès, que resultó en la destitución del vicepresidente Jordi Puigneró, ha sido un ejemplo de las consecuencias que puede tener el rechazo a este tipo de iniciativas. Turull ha recordado que el expresidente Puigdemont también se sometió a una cuestión de confianza en el pasado y que este mecanismo puede ser útil para reconfigurar la situación política. Sin embargo, ha subrayado que, para que las relaciones avancen, es necesario que el PSOE actúe con hechos y no solo con palabras.
Además, Turull ha abordado otros temas críticos para Junts, como la oficialidad del catalán en la Unión Europea y las competencias de los Mossos d’Esquadra en puertos y aeropuertos. Ha enfatizado que si los Mossos son considerados la policía integral de Catalunya, deben tener competencias plenas en todas las áreas, incluida la gestión de fronteras.
El secretario general de Junts también ha comentado sobre la necesidad de que Sánchez se reúna con Puigdemont, sugiriendo que una reunión cara a cara podría ser beneficiosa. Sin embargo, ha enfatizado que no se trata solo de un gesto simbólico; se requieren acciones concretas para que la confianza entre las partes se restablezca. En este sentido, ha criticado la falta de implicación del presidente en los asuntos relacionados con el catalán en Europa.
En cuanto a los presupuestos, Turull ha advertido que Junts no apoyará ningún presupuesto que no acredite el cumplimiento de los actuales, ya que la ejecución se encuentra por debajo del 50%. Esto plantea un escenario complicado para el Gobierno, que necesita el apoyo de Junts para la aprobación de las cuentas. Turull ha dejado claro que las condiciones para negociar los presupuestos incluyen la apertura de varias carpetas del acuerdo de Bruselas, con un enfoque especial en la financiación de Catalunya.
Finalmente, el líder de Junts ha subrayado que su partido no se moverá por intereses electorales, sino que busca mantener la coherencia en su postura. A medida que las negociaciones avanzan, la presión sobre el PSOE para cumplir con sus compromisos se intensifica, poniendo de manifiesto la fragilidad de la situación política actual en España.
