La reciente Conferencia de Presidentes celebrada en Santander ha dejado un panorama desalentador para el Gobierno de Pedro Sánchez, donde las expectativas de acuerdo se han visto frustradas. La reunión, que no logró concretar ningún pacto significativo, ha sido calificada por algunos presidentes autonómicos del Partido Popular como un «fracaso total», evidenciando la falta de un intercambio previo de propuestas que hubiera favorecido un debate más productivo.
Entre los temas discutidos, la financiación autonómica y la condonación de deuda fueron los más destacados. Este último asunto, que ha generado tensiones entre las comunidades autónomas gobernadas por el PP, volvió a cobrar protagonismo tras el anuncio del Ministerio de Hacienda de extender a otras regiones la quita de deuda pactada con ERC para la investidura de Sánchez. Esto dejó en evidencia las diferencias entre comunidades, algunas de las cuales, como la Comunidad Valenciana y Andalucía, se encuentran fuertemente endeudadas, mientras que otras no presentan la misma problemática.
Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, intentó unificar la posición de sus barones autonómicos antes de la reunión, con el objetivo de evitar divisiones que pudieran beneficiar al Ejecutivo. Sin embargo, el asunto de la condonación de deuda ha expuesto las tensiones internas en el partido. Mientras que comunidades como Aragón y Castilla y León se manifestaron en contra de las quitas de deuda, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sorprendió con su propuesta de condonar la deuda únicamente a la Comunidad Valenciana, tras los desastres provocados por la DANA.
Reacciones y posturas de los presidentes autonómicos
La propuesta de Ayuso ha provocado una serie de reacciones entre los presidentes autonómicos del PP. El presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno, se mostró receptivo, afirmando que no le importaría que la condonación se limitara a Valencia si ello contribuye a revitalizar su economía. En este sentido, el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, también se pronunció a favor, reiterando que no se opondrían a medidas que beneficien a la comunidad valenciana.
Por otro lado, en Castilla y León, la postura fue diferente. Aunque existe un consenso general en el PP de que «nadie podría negarse» a la propuesta si se concreta, se percibe una falta de alineación completa entre las comunidades, cada una enfrentando sus propios desafíos económicos y fiscales. Esta situación ha llevado a los dirigentes autonómicos a insistir en que la reunión convocada por Sánchez en enero no debe centrarse únicamente en la condonación, sino que debe abordar la necesidad de una reforma integral del sistema de financiación autonómica.
El Gobierno central es consciente de que la financiación es un tema delicado para el PP. En este contexto, Sánchez ha sido cauteloso en sus encuentros con los barones autonómicos, evitando profundizar en la quita de deuda, pero ha dejado claro que la condonación no es más que un «parche» para las comunidades. En este ambiente de tensiones y divergencias, queda por ver cómo se desarrollarán los acontecimientos en la próxima reunión, y si los presidentes podrán llegar a una postura común que beneficie a sus respectivas comunidades.