La coalición liderada por Yolanda Díaz, Sumar, se encuentra en una situación crítica que amenaza con prolongar una crisis interna. Tras el fracaso electoral de verano, donde Izquierda Unida (IU) fue excluida de las listas y quedó fuera del Europarlamento, las tensiones entre los miembros de la coalición no han hecho más que intensificarse. Recientemente, Sumar anunció cambios en el grupo parlamentario, los cuales no han satisfecho la principal exigencia de IU: la creación de una portavocía adjunta en el Congreso. Este hecho ha sido calificado como un «cierre en falso» por parte de IU, lo que podría llevar a un distanciamiento más profundo entre ambas formaciones, mientras que IU continúa su acercamiento a Podemos.
El malestar dentro de IU es evidente, ya que consideran que un partido, como Sumar, que consideran minoritario, ha «pasado un rodillo» en el proceso de toma de decisiones. Critican que los cambios se han llevado a cabo de manera unilateral, sin ofrecer alternativas a sus peticiones. Desde IU se expresa que calificar la situación como resuelta es un insulto a la política, y advierten que, si sus demandas no son atendidas, habrá consecuencias “antes o temprano”.
Las demandas de Izquierda Unida
IU ha planteado tres demandas específicas para restablecer lo que consideran un agravio en comparación con otros grupos territoriales, como los Comuns de Cataluña, que tienen mayor representación en la coalición. La primera de sus demandas es la creación de una portavocía adjunta en el Congreso, un puesto que actualmente ocupan los Comuns, Compromís y otros partidos, pero que ha sido negado a IU.
La segunda demanda se refiere a la portavocía de la comisión de secretos oficiales, donde IU ha logrado que Sumar asigne a su diputado Enrique Santiago, aunque esta solicitud fue la única que se atendió. La tercera demanda es el cambio de nombre de la coalición para eliminar la marca Sumar, buscando crear una nueva imagen que pueda ser utilizada para futuras coaliciones generales, incluyendo a Podemos, con quienes IU está intentando reconstruir lazos tras el conflicto.
A pesar de que inicialmente IU mostró interés en integrarse en Movimiento Sumar, la negociación para las listas europeas resultó en un rechazo a esta integración, lo que dejó a IU fuera de la organización. Este contexto ha llevado a que IU cuestione el liderazgo de Yolanda Díaz dentro de la coalición, buscando restablecer relaciones con Podemos, lo que ha sido visible en Andalucía, donde han normalizado sus interacciones, cediendo espacios de visibilidad a la formación morada.
El futuro de la coalición
A medida que IU se acerca a Podemos, la relación con Yolanda Díaz se enfría considerablemente. Izquierda Unida ha dejado claro que persistirán en sus demandas, y han expresado que ignorar estas peticiones tendrá repercusiones en el funcionamiento de la coalición. Si la situación no se soluciona, advierten que actuarán en consecuencia «antes o temprano».
Los miembros de IU han utilizado la metáfora de una gotera que, si no se repara, provocará el colapso del techo. A medida que la tensión aumenta, se observa que Yolanda Díaz se encuentra en una posición de debilidad, intentando mantener un equilibrio de poder dentro de la coalición mientras preserva el apoyo de los Comuns, que le brindan cierta estabilidad. La situación actual pone en evidencia que el conflicto entre IU y Sumar persiste sin una solución a la vista.
