Representantes del PSOE y Junts, entre ellos Jordi Turull y Míriam Nogueras, han mantenido una reunión este viernes en Suiza. Este encuentro se produce poco después de que el expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, lanzara un ultimátum al PSOE, exigiendo una cuestión de confianza al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. No obstante, la posibilidad de que esta exigencia sea discutida en el Congreso dependerá de la decisión de la Mesa de la Cámara baja, que se reunirá el próximo martes. Desde Junts, se ha solicitado que al menos se tramite la iniciativa, lo que permitiría ganar dos meses de negociaciones para abordar algunos de los acuerdos pendientes.
El partido posconvergente necesita presentar algún ‘triunfo’ ante el PSOE, ya que el balance a un año del acuerdo para la investidura de Sánchez es claramente negativo. Por ello, Puigdemont ha decidido adoptar una postura firme en este momento crítico de la legislatura, justo antes de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Junts ha reiterado en varias ocasiones que no apoyará una eventual moción de censura contra Sánchez propuesta por el PP y Vox, manteniendo esta postura como su principal estrategia para presionar al PSOE, amenazando con bloquear los presupuestos.
Acuerdos Pendientes y Retos para el Gobierno
En cuanto a los acuerdos ya alcanzados, se encuentra la amnistía (en colaboración con ERC, aunque su aplicación a los líderes del 1-O sigue pendiente) y el uso del catalán en el Congreso. Sin embargo, otros puntos críticos aún no han avanzado, como el traspaso de competencias en inmigración, que parecía casi cerrado pero ha vuelto a estancarse, y la oficialidad del catalán en la UE, que el Gobierno intenta conseguir simultáneamente para su uso en el Parlamento Europeo, una medida que Junts considera insuficiente.
La falta de avances en estos temas complica la posibilidad de que Pedro Sánchez obtenga el apoyo de los siete escaños de Junts para los Presupuestos del próximo año, una iniciativa crucial para asegurar la estabilidad de su legislatura. Aunque el rechazo a los presupuestos no obligaría a Sánchez a convocar elecciones, sí complicaría su agenda legislativa y su capacidad de gobernar.
Junts exige, como condición, garantías de que se cumplirán los acuerdos previamente sellados y busca algún tipo de compensación por los recursos presupuestados para Cataluña que no se han ejecutado en las cuentas anteriores. Esta cuestión podría resolverse a través de la condonación de la deuda del FLA, lo que podría facilitar un acercamiento entre ambas formaciones y permitir la continuidad del Gobierno.