Una delegación diplomática de Catar ha llegado a Damasco con el objetivo de “completar los procedimientos necesarios” para la reapertura de su embajada en Siria, según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores del país del Golfo en un comunicado emitido el pasado domingo. Este movimiento se produce tras más de una década de tensiones diplomáticas y conflictos en la región.
El embajador catarí en Siria, Zayed al-Khayarine, abandonó Damasco en julio de 2011, momento en el que la embajada suspendió sus actividades. Esta decisión fue consecuencia de las críticas de las autoridades sirias hacia la cobertura de la cadena estatal catarí Al-Jazeera, que en marzo de 2011 había informado sobre las protestas contra el gobierno de Bashar al-Assad.
Compromiso con el pueblo sirio
Según el portavoz oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores catarí, Majid bin Mohammed Al Ansari, “durante sus reuniones con el ‘gobierno de transición’ en Siria, la delegación reafirmó el compromiso total del Estado de Catar de apoyar al pueblo sirio en la consecución de sus aspiraciones de seguridad, paz, desarrollo y prosperidad tras el éxito de su revolución”.
En el marco de estas conversaciones, la delegación catarí y las nuevas autoridades sirias también discutieron formas de mejorar el flujo de ayuda humanitaria desde Catar y “las necesidades de los hermanos sirios durante esta importante fase”.
Desde el estallido de la guerra en Siria en 2011, que siguió a una ola de protestas conocidas como la Primavera Árabe, la situación ha sido compleja. Mientras que varios países occidentales, así como Turquía, Israel y algunos estados del Golfo, han apoyado a las fuerzas opositoras al régimen de Assad, Rusia e Irán han mantenido su respaldo al gobierno de Damasco. Un alto el fuego mediado por Moscú y Ankara en 2020 puso fin a casi cuatro años de combates a gran escala, marcando un hito importante en el conflicto.