El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha reafirmado la postura de su gobierno en contra de la presión ejercida por Bruselas y las declaraciones políticas de Kiev respecto al suministro de gas ruso. En un contexto en el que la dependencia energética de la Unión Europea (UE) de Rusia sigue siendo un tema candente, Fico ha declarado que Eslovaquia no se someterá a las exigencias de reemplazar el gas natural ruso por alternativas más costosas.
El acuerdo de tránsito entre Moscú y Kiev, que regula una parte de los suministros energéticos rusos hacia la UE, está próximo a expirar a finales de este mes. En este sentido, el gobierno eslovaco se encuentra inmerso en “negociaciones muy intensas” para asegurar las entregas del próximo año, incluyendo el tránsito a través de Ucrania, según ha informado Fico a los medios.
En el marco de esta situación, Eslovaquia y Hungría son los únicos países de la UE que aún dependen en gran medida del gas ruso a través de gasoductos. Fico ha señalado que existen “un gran número de trampas” derivadas de las “declaraciones políticas” de Ucrania y la “presión” para detener el flujo de gas desde Rusia hacia la UE. Ucrania ha manifestado que no extenderá el actual acuerdo de tránsito más allá del 31 de diciembre, y su ministro de Energía, German Galushchenko, ha anunciado que Kiev está preparado para un “tránsito cero” de gas ruso a partir del 1 de enero.
La red de tránsito de Ucrania está conectada con los sistemas de gasoductos de Moldavia, Rumanía, Polonia, Hungría y Eslovaquia. Según los últimos datos, la UE sigue recibiendo alrededor del 5% de su gas de Rusia a través de Ucrania. Fico ha subrayado que las alternativas de suministro son significativamente más caras que la opción rusa, afirmando: “Rechazamos esto. No vemos razón para pagar más por el gas de lo que es necesario por razones geopolíticas”.
El primer ministro eslovaco ha expresado su confianza en que se pueda encontrar una solución que permita mantener el flujo de gas hacia Eslovaquia a través de Ucrania. A pesar de las intenciones declaradas de la UE de reducir su dependencia de los suministros energéticos rusos tras la escalada del conflicto en Ucrania en 2022, los suministros de combustible estadounidense, que son de mayor costo, han reemplazado gran parte del gas barato que anteriormente se importaba desde Rusia.
La nueva jefa de energía de la UE, Dan Jorgensen, ha manifestado esta semana que su “prioridad principal” es elaborar un plan que corte todos los vínculos energéticos del bloque con Rusia, aunque ha reconocido que hasta ahora la UE no ha logrado superar su dependencia de los combustibles fósiles rusos. Según datos de la plataforma alemana Statista, Berlín representó el 18% del valor de las importaciones de gas natural en la UE durante el segundo trimestre de 2024.
