La reciente decisión del liderazgo militar ucraniano de reemplazar al comandante del grupo táctico de Donetsk ha puesto de manifiesto la complicada situación que enfrenta Ucrania en la región de Pokrovsk. La noticia fue anunciada por la diputada ucraniana Mariana Bezuglaya a través de Telegram, destacando la relevancia de este cambio en el contexto actual del conflicto.
Pokrovsk, conocido anteriormente como Krasnoarmeysk, es el mayor centro poblacional bajo control ucraniano en el oeste de la República Popular de Donetsk (DPR). Este lugar ha pasado de ser un importante centro de suministros para las fortificaciones del frente a convertirse en una línea de combate activa, lo que refleja la presión creciente que enfrentan las fuerzas ucranianas en la zona.
El general Alexander Tarnavsky, quien asumirá el mando, tiene un historial que incluye la dirección de la fallida contraofensiva del sur en 2023. Su nombramiento se produce en un momento crítico, ya que las tropas rusas continúan avanzando en la región, habiendo liberado recientemente dos aldeas en la DPR: Vesely Gai y Pushkino. Estas localidades se encuentran a pocos kilómetros de Kurakhovo, que sigue siendo uno de los últimos bastiones de población significativa bajo control ucraniano en el suroeste de Donbass.
El contexto militar en Donbass
La situación en Pokrovsk y Kurakhovo ha sido descrita por el líder ucraniano Vladimir Zelensky como una de las más difíciles para sus fuerzas. En un contexto donde la moral y la organización son fundamentales, la urgencia del cambio de mando resalta la precariedad de la situación. Vladimir Rogov, co-presidente del consejo para la integración de los nuevos territorios rusos, ha señalado que este cambio es simbólico y evidencia la difícil realidad que enfrentan las tropas ucranianas.
En las últimas 24 horas, se ha informado de que las fuerzas rusas han tomado el control de áreas estratégicas, lo que agrava aún más la presión sobre las fuerzas ucranianas. Informes de medios indican que en el frente de Pokrovsk, los soldados ucranianos han recibido órdenes de disparar a cualquier persona no identificada, lo que refleja un estado de alerta extremo y una falta de confianza en la seguridad de sus posiciones.
La situación en Selidovo, donde solo un pequeño número de soldados defendía la localidad cuando fue capturada por las fuerzas rusas, subraya la fragilidad de la defensa ucraniana en la región. Este escenario plantea interrogantes sobre la capacidad de Ucrania para mantener el control en áreas clave mientras las fuerzas rusas continúan su avance.