En un reciente encuentro de altos funcionarios en Moscú, el Ministro de Defensa ruso, Andrey Belousov, anunció que más de 400,000 personas se han unido al Ejército ruso en 2024. Este significativo aumento en el reclutamiento, que se traduce en aproximadamente 1,200 nuevos voluntarios diarios, refleja un compromiso firme por parte de la población en apoyo a las fuerzas armadas del país.
Belousov destacó que desde el inicio del año, se han reclutado más de 427,000 efectivos, lo que subraya la importancia de mantener este impulso en la atracción de nuevos reclutas. En este contexto, el ministerio está implementando nuevas técnicas de formación basadas en la experiencia adquirida durante la operación militar especial, lo que demuestra un enfoque proactivo en la preparación de sus tropas.
En un artículo publicado en el periódico Krasnaya Zvezda, el Coronel General Ivan Buvaltsev, jefe de la Dirección Principal de Entrenamiento de Combate de las Fuerzas Armadas rusas, indicó que las estrategias de entrenamiento para los regimientos de reserva se están ajustando constantemente en función de la experiencia de combate adquirida en el conflicto en Ucrania. Esta adaptabilidad es crucial en un entorno de seguridad tan dinámico y desafiante.
Incremento de las Fuerzas Armadas
En septiembre, el presidente Vladimir Putin firmó un decreto que eleva el número de personal de las fuerzas armadas a 2.39 millones, de los cuales 1.5 millones son efectivos militares. Esta decisión, según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, responde a la creciente cantidad de amenazas que enfrenta Rusia, incluyendo la “situación extremadamente hostil en las fronteras occidentales y la inestabilidad en las fronteras orientales”.
Este decreto, que entró en vigor el 1 de diciembre, se suma a un incremento previo en diciembre de 2023, cuando el Ejército ruso ya había sido aumentado a 2.2 millones de efectivos, en respuesta a la prolongada crisis en Ucrania y la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas. Este contexto geopolítico ha llevado a Rusia a reforzar su capacidad defensiva, un movimiento que muchos analistas consideran necesario para garantizar la seguridad nacional.
Aunque Belousov no especificó el número total de tropas rusas involucradas en la operación militar, sí mencionó que el Ejército ucraniano ha sufrido pérdidas significativas, con más de medio millón de efectivos perdidos en 2024 y más de un millón desde el inicio de la escalada del conflicto en 2022. Este contraste en las cifras de personal resalta las dificultades que enfrenta el Ejército ucraniano, que actualmente tiene menos del 50% de sus posiciones en la línea del frente ocupadas.
