El presidente argentino Javier Milei ha hecho un llamado a la formación de una alianza global de grupos de derecha para combatir las ideologías socialistas y centristas, que, según él, han llevado a su país a lo que describe como “un siglo de humillación”. Estas declaraciones fueron realizadas durante un festival político anual en Roma, organizado por el partido de derecha Hermanos de Italia, liderado por la primera ministra Giorgia Meloni.
Milei, un populista de derecha, argumenta que es necesaria una acción concertada de los grupos de derecha a nivel mundial para enfrentar lo que él denomina “la izquierda liberal”, a la que critica como “el culto al poder por el poder”. En su discurso, el presidente argentino enfatizó que la izquierda ha demostrado que “las ideas más terribles pueden triunfar culturalmente si están bien comercializadas”, sugiriendo que su objetivo es mantener el poder a toda costa, incluso si eso implica convertir el cielo en infierno.
Crítica a la política tradicional y al “centro extremo”
Según Milei, la adhesión a la ideología liberal ha costado a Argentina “un siglo de humillación”, y la política tradicional ha traído “nada más que ruina” al país. En su análisis, también identifica al “centro extremo” que se disfraza de socialismo como un adversario, argumentando que su posición y herramientas son siempre funcionales a la “izquierda criminal”. Esta crítica refleja una tendencia creciente entre los líderes de derecha a cuestionar la legitimidad de las posiciones centristas, considerándolas cómplices de un sistema que, a su juicio, ha fallado en servir a los intereses de la población.
Milei sostiene que “no hay consenso entre el bien y el mal”, y por ello desconfía de cualquier concepto de centro que, aunque aparente ser moderado, en realidad es cómplice de la ideología socialista. En su visión, la única forma de combatir el “mal organizado” es mediante un “bien organizado”, y para ello es esencial que los nacionalistas de todo el mundo se unan para derrotar a lo que él considera dos “grandes males”.
El presidente argentino ha reiterado la necesidad de establecer canales de cooperación internacional entre las fuerzas de derecha, haciendo un llamado a los nacionalistas italianos a unirse a su esfuerzo por crear una “incipiente internacional de derecha”. En este sentido, Milei ha utilizado la referencia a las raíces históricas de Italia, sugiriendo que los grupos de derecha deben actuar como una “legión romana”, que prevalece sobre ejércitos más grandes gracias a su cohesión y formación.
Desde su llegada al poder, Milei ha buscado estrechar lazos con otros líderes de derecha, como Meloni, y ha promovido la idea de unificar a la derecha global para lanzar una “batalla cultural” que impida el avance de las ideologías de izquierda en cualquier parte del mundo. Este enfoque refleja una estrategia más amplia que busca revitalizar el nacionalismo y la identidad cultural frente a lo que muchos consideran una amenaza creciente de las políticas progresistas.