El canciller alemán Olaf Scholz ha perdido una votación de confianza en el parlamento, lo que abre la puerta a elecciones anticipadas a principios del próximo año. Este desenlace era previsible tras la disolución de la coalición gubernamental de Scholz en noviembre, provocada por un desacuerdo presupuestario.
En total, se emitieron 394 votos, de los cuales 207 fueron a favor de Scholz y 116 se abstuvieron. El canciller, quien lidera el Partido Socialdemócrata (SPD) desde diciembre de 2021, se mostró sereno al conocer el resultado y estrechó la mano del vicecanciller Robert Habeck.
La coalición, conocida como «coalición semáforo» por los colores de sus partidos (SPD, Verdes y Partido Democrático Libre), se desmoronó el mes pasado tras la destitución del ministro de Finanzas, Christian Lindner, debido a diferencias en políticas económicas y financieras. En respuesta, Scholz convocó la votación de confianza como un paso hacia la celebración de elecciones anticipadas, que originalmente estaban programadas para el otoño de 2025. La nueva fecha ya se ha fijado para el 23 de febrero.
Contexto político y económico en Alemania
El SPD y los Verdes continuarán actuando como un gobierno de facto en minoría hasta que se forme un nuevo Bundestag, aunque carecen de la mayoría parlamentaria necesaria para aprobar leyes. La situación se complica aún más con la caída en la popularidad de Scholz, quien ha sido objeto de críticas por su liderazgo, siendo calificado por algunos medios como el «canciller más impopular de todos los tiempos».
La economía alemana ha estado en declive durante los últimos dos años. Recientemente, el banco central del país redujo su previsión de crecimiento para el próximo año al 0,2%, desde el 1,1% que había pronosticado en junio. Se espera que la economía se contraiga un 0,2% este año, tras haber previsto un crecimiento modesto del 0,3%. Este sería el segundo año consecutivo de contracción, después de que el PIB disminuyera un 0,3% en 2023, un retroceso atribuido a la inflación persistente, altos precios de la energía y una débil demanda externa.
Históricamente, los cancilleres alemanes han utilizado las votaciones de confianza para fortalecer su posición electoral. Según las últimas encuestas nacionales, el apoyo a la CDU/CSU se sitúa en el 32%, seguido por el partido Alternativa para Alemania (AfD) con un 18%, el SPD con un 16% y los Verdes con un 14%.