Pilar Alegría, Ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, ha realizado la primera valoración pública del Gobierno español sobre la reciente elección de Rafael Louzán como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). La ministra se mostró cauta pero firme, señalando que «hay dos días en los que las personas que votaron pueden presentar recursos», por lo que es esencial adoptar una postura prudente en esta situación.
A pesar de la cautela, Alegría no escatimó en críticas, afirmando que «es difícil de explicar y de entender que una persona condenada por prevaricación asuma la presidencia de la Federación de Fútbol». Estas declaraciones resaltan la controversia que rodea la elección de Louzán, quien fue elegido con 90 votos frente a los 43 de su competidor, Gomar. Sin embargo, su nombramiento está pendiente de un recurso ante el Tribunal Supremo debido a su condena por prevaricación durante su etapa como presidente de la Diputación de Pontevedra.
Implicaciones para el deporte español
La ministra enfatizó que, en una situación similar, no podría desempeñar un cargo público: «En la misma situación procesal del señor Louzán, yo no podría estar sentada en esta mesa ni podría ser concejal de mi pueblo ni tampoco ninguno de los compañeros que están conmigo a mi lado». Esta afirmación subraya la preocupación del Gobierno por la legitimidad de la elección y el impacto que puede tener en las instituciones deportivas del país.
Alegría concluyó su intervención asegurando que el Consejo Superior de Deportes «va a estudiar todos los pasos que podemos dar» tras el período de recursos. Destacó que, en contraste con la elección de Louzán, las 66 federaciones deportivas de España han optado por elegir a personas de reconocido prestigio, lo que pone de relieve la singularidad del caso del fútbol.
Por su parte, Rafael Louzán ha tendido la mano al Gobierno al inicio de su mandato, indicando que «necesitamos de todos, del Gobierno, la Liga, los jugadores, los clubes, las territoriales, que organizan cada fin de semana 40.000 partidos». Sin embargo, la sombra de su condena y la controversia generada por su elección seguirán siendo temas de debate en el ámbito deportivo español.