Desde que se anunció la victoria electoral de Donald Trump, el índice S&P 500 ha experimentado un incremento aproximado del 2%, mientras que el Nasdaq Composite ha registrado un aumento cercano al 5%. Estos movimientos sugieren que, en términos generales, las acciones han estado en ascenso durante el último mes.
No obstante, dos acciones que han seguido trayectorias opuestas desde la elección son la consultora gubernamental Booz Allen Hamilton y la empresa de software Palantir Technologies. Desde el 6 de noviembre, las acciones de Booz Allen han disminuido alrededor del 25%, mientras que las de Palantir han aumentado casi un 40% (hasta el cierre del mercado el 13 de diciembre).
A principios de diciembre, Booz Allen y Palantir anunciaron una asociación estratégica que podría ser transformadora para ambas compañías. Este acuerdo se produce en un contexto en el que la administración de Trump busca establecer una nueva agencia gubernamental destinada a identificar y reducir el gasto excesivo con el fin de mejorar el déficit federal. La cercanía de Booz Allen con el gobierno podría haber provocado cierto pánico entre los inversores, quienes temen que esta iniciativa afecte negativamente a los negocios de la consultora.
En contraste, Palantir ya cuenta con una sólida presencia en el gobierno estadounidense, especialmente con el Departamento de Defensa. Durante los nueve meses que finalizaron el 30 de septiembre, Palantir generó 1.100 millones de dólares en ingresos de su sector público, lo que representa un aumento del 24% en comparación con el año anterior y aproximadamente el 55% de sus ingresos totales.
El creciente enfoque en la seguridad nacional, en medio de la agitación geopolítica en Europa del Este y Oriente Medio, junto con el interés militar por la inteligencia artificial, explican en parte el entusiasmo de los inversores por las acciones de Palantir tras la elección.
La colaboración entre Booz Allen y Palantir se concibe como una expansión de la idea de modernización de la infraestructura de información. Ambas empresas buscan acelerar la realización de operaciones militares en la era de la inteligencia artificial. Esta asociación parece ser beneficiosa para ambas partes, ya que Booz Allen ha encontrado una forma de sortear la posible desaceleración de su negocio ante el escrutinio del presupuesto nacional, mientras que Palantir podría ver un aumento en su generación de leads y un impulso en su negocio gubernamental.
El acuerdo entre estas dos firmas se vislumbra como una situación de ganancia mutua, que podría cambiar las reglas del juego en la implementación de tecnologías de inteligencia artificial en el ámbito de la defensa. Las consultoras están posicionadas para desempeñar un papel crucial en este proceso, lo que genera expectativas positivas sobre el futuro de ambas empresas en este sector.