Las ventas minoristas en Estados Unidos han mostrado un crecimiento superior al esperado durante el mes de noviembre, impulsadas principalmente por un aumento notable en las compras de vehículos. Este dato es indicativo de una sólida dinámica subyacente en la economía estadounidense, a medida que se acerca el final del año.
Según el Departamento de Comercio, las ventas minoristas experimentaron un incremento del 0.7% en noviembre, tras una revisión al alza del 0.5% en octubre. Este resultado ha superado las previsiones de los economistas que, de acuerdo con una encuesta de Reuters, habían estimado un aumento del 0.5% tras un crecimiento anterior del 0.4% en octubre. Las estimaciones variaron desde una posible caída del 0.1% hasta un incremento del 1.0%.
La resistencia del mercado laboral, caracterizada por un bajo índice de despidos y un sólido crecimiento salarial, ha sido fundamental para mantener el gasto de los consumidores y sostener la expansión económica. Además, los balances familiares muestran una salud robusta, reflejando precios récord en el mercado de valores y un aumento en los precios de las viviendas, lo que también ha potenciado el gasto.
Contexto de la Política Monetaria
A pesar de que las ventas minoristas han crecido, este aumento se ha producido en un contexto donde la Reserva Federal de Estados Unidos se prepara para reducir las tasas de interés en medio de una economía que sigue mostrando señales de fortaleza. Se espera que el banco central anuncie una reducción de 25 puntos básicos, marcando la tercera disminución en los costos de endeudamiento desde que comenzó su ciclo de relajación en septiembre.
Las cifras de ventas minoristas también coinciden con un inicio sólido de la temporada de compras navideñas, a pesar de la tardía celebración del Día de Acción de Gracias, que ha desplazado el Cyber Monday a diciembre. Este incremento se ha logrado a pesar de factores estacionales menos favorables, lo que refleja una clara tendencia de consumo entre los estadounidenses.
Si bien las ventas minoristas han aumentado, los analistas advierten que la inflación persistente podría influir en las decisiones de la Reserva Federal el próximo año. Como señala Oliver Allen, economista sénior de Pantheon Macroeconomics, “una inflación ‘pegajosa’ que supere los objetivos establecidos pesará sobre las decisiones del banco central”. Los cambios en la política comercial, como la implementación de aranceles y las medidas de deportación masiva anticipadas por la administración del presidente electo Donald Trump, también podrían complicar el panorama económico.
Con tasas de interés que actualmente oscilan entre el 4.50% y el 4.75%, después de un aumento de 5.25 puntos porcentuales entre marzo de 2022 y julio de 2023, el enfoque de la Reserva Federal se centra en equilibrar el crecimiento económico con la contención de la inflación, un desafío que requiere un análisis cuidadoso de la situación laboral y del consumo en el país.
En resumen, el crecimiento en el gasto del consumidor, que alcanzó una tasa anualizada del 3.5% en el tercer trimestre, ha sido un factor predominante en la expansión económica del 2.8% durante ese período. Las proyecciones actuales indican que el Producto Interno Bruto podría incrementarse a un ritmo del 3.3% en el cuarto trimestre, lo que refuerza la idea de que la economía estadounidense sigue en un camino de crecimiento sostenido, aunque no exento de desafíos significativos.