Las acciones de Nvidia han experimentado una caída del 1.2% el pasado martes, prolongando así una tendencia a la baja que ha generado preocupación entre los inversores. Este descenso se debe, en parte, a la creciente inquietud sobre si el gasto en inteligencia artificial, que ha impulsado el ascenso de la compañía, podría ralentizarse o ser absorbido por la competencia.
Desde su pico histórico de cierre en noviembre, cuando alcanzó los 148.88 dólares, las acciones de Nvidia han caído aproximadamente un 12%. La compañía, que ha evolucionado rápidamente de ser un fabricante de tarjetas gráficas para videojuegos a convertirse en el principal proveedor de chips de inteligencia artificial del mundo, se ha visto sometida a un intenso escrutinio tras comentarios de gigantes tecnológicos como Microsoft y Google, quienes han señalado que su gasto en IA podría no crecer al mismo ritmo en el futuro.
Desafíos en la producción y la competencia en auge
La situación se ha complicado aún más con rumores sobre problemas de sobrecalentamiento en los nuevos servidores de IA Blackwell de Nvidia, lo que ha avivado temores sobre posibles retrasos en el aumento de la producción. A pesar de que el último informe de ganancias de la compañía superó las expectativas de los analistas, esto no ha sido suficiente para revertir la tendencia negativa de las acciones.
Por otro lado, la competencia en el sector de tecnología no muestra signos de desaceleración. Recientemente, Amazon anunció que está desarrollando un superordenador con sus propios chips de IA, Trainium, que espera puedan ser una alternativa viable a los productos de Nvidia. Además, Broadcom ha revelado que sus chips de IA personalizados, conocidos como XPUs, podrían generar unos ingresos de hasta 90 mil millones de dólares en los próximos tres años, lo que ha llevado a un aumento significativo en el valor de sus acciones.
La presión también proviene del ámbito regulatorio. La autoridad de competencia de China ha iniciado una investigación antimonopolio sobre la adquisición de Mellanox por parte de Nvidia, una operación valorada en 7 mil millones de dólares, lo que añade otra capa de incertidumbre a la situación de la empresa.
A pesar de estos desafíos, el gasto en IA por parte de las grandes empresas tecnológicas sigue en aumento. Microsoft, en su último informe trimestral, reportó un gasto de 20 mil millones de dólares, casi el doble en comparación con el año anterior. Google y Meta también han informado incrementos significativos en sus gastos, lo que refleja una apuesta decidida por el desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial, aunque solo el 4% de los trabajadores en EE.UU. las utilicen a diario, según una encuesta reciente.
