Durante los últimos años, el avance de la inteligencia artificial (IA) ha estado marcado por la influencia de grandes empresas tecnológicas. Miembros del llamado «Magnífico Siete», como Microsoft, Amazon y Alphabet, han invertido miles de millones en compañías como OpenAI, creadora de ChatGPT, y su rival, Anthropic. Este fenómeno ha sido ampliamente discutido en el ámbito financiero y tecnológico, donde la capacidad de innovación y el control de recursos se han convertido en determinantes del éxito.
En este contexto, surge Tesla, la empresa de Elon Musk, que busca democratizar el acceso a vehículos autónomos y robots humanoides. Sin embargo, es importante destacar que la mayoría de las aplicaciones de IA generativa que están siendo desarrolladas por estas megacorporaciones no habrían sido posibles sin la tecnología de Nvidia, que ha proporcionado las unidades de procesamiento gráfico (GPU) y el software necesario para tales avances.
Desde el lanzamiento de ChatGPT al público el 30 de noviembre de 2022, Nvidia ha destacado en el mercado, superando a sus competidores con un crecimiento impresionante que ha alcanzado más del 700% hasta diciembre de 2024. Esta situación ha llevado a muchos a preguntarse si Nvidia es el verdadero líder en el campo de la inteligencia artificial, mientras que otras empresas como Palantir Technologies han comenzado a atraer la atención de los inversores.
El potencial de Palantir en el mercado de IA
Palantir ha demostrado ser capaz de competir con las grandes empresas en el ámbito del software empresarial. Durante la reciente llamada de ganancias del tercer trimestre, su CEO, Alex Karp, subrayó que la integración de datos es un aspecto crucial en el desarrollo de servicios impulsados por IA. Según Karp, los modelos de lenguaje grande (LLM) son más un commodity que una tecnología exclusiva, lo que implica que la verdadera ventaja radica en cómo se gestionan estos datos a través de integraciones de software.
La reciente introducción de su plataforma de inteligencia artificial (AIP) ha transformado significativamente a Palantir. El crecimiento en su número de clientes ha impulsado un aumento en los ingresos y ha mantenido márgenes de beneficio saludables. Esta combinación de crecimiento y márgenes sólidos otorga a Palantir una flexibilidad financiera robusta, reflejada en su flujo de caja libre consistente.
A pesar de estas promesas, es necesario realizar un análisis más profundo antes de catalogar a Palantir como el próximo Nvidia. La supremacía de Nvidia no se debe únicamente a su hardware, sino a la integración de su arquitectura de software, que ha creado un efecto de «bloqueo» en su clientela, asegurando su dominio en el mercado de IA. Con más de un billón de dólares proyectados en gastos de infraestructura de IA en los próximos tres años, la posición dominante de Nvidia parece inquebrantable.
En contraste, aunque Palantir se ha destacado en el procesamiento de datos y en la mejora de la utilidad de los LLM, la naturaleza del software empresarial puede no ser tan indispensable como la tecnología de hardware que Nvidia ofrece. La competencia de empresas como Snowflake y Databricks podría dificultar que Palantir logre crear un efecto de «bloqueo» similar al de Nvidia.
Por lo tanto, mientras que la gestión de Palantir es digna de admiración y el interés en sus acciones es comprensible, es prudente mantener una perspectiva crítica sobre su capacidad para replicar el éxito de Nvidia en el futuro cercano. La evolución del sector de la inteligencia artificial, marcada por la lucha entre el software y el hardware, seguirá siendo un tema de gran interés en los próximos años.