El presidente de la Reserva Federal de EE. UU., Jerome Powell, se prepara para anunciar una posible reducción de las tasas de interés en un contexto económico que, aunque muestra un crecimiento sostenido, sigue lidiando con una inflación que no termina de estabilizarse. A pesar de que el crecimiento se sitúa en torno al 3% y el mercado laboral se mantiene robusto, la presión inflacionaria persiste, lo que plantea interrogantes sobre las decisiones que tomará el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) en su próxima reunión.
Los analistas del mercado anticipan con gran expectativa una reducción de 25 puntos básicos, lo que haría que la tasa objetivo se situara entre el 4.25% y el 4.5%. Sin embargo, no todos los economistas están convencidos de que esta medida sea la más adecuada en el actual contexto. Una encuesta reciente de CNBC indica que, aunque el 93% de los encuestados espera un recorte, solo el 63% considera que es la decisión correcta.
La inflación, aunque ha disminuido considerablemente desde su pico histórico en 2022, se ha mantenido entre el 2.5% y el 3% durante la mayor parte de 2024, un hecho que contradice el objetivo del FOMC de alcanzar una inflación del 2%. La próxima publicación de datos por parte del Departamento de Comercio podría reflejar un aumento en el índice de precios de consumo personal, el indicador preferido por la Reserva Federal, lo que complicaría aún más la justificación de un recorte de tasas.
Consideraciones sobre la política monetaria
El debate sobre la conveniencia de un recorte se intensifica entre los miembros del FOMC. Mientras algunos defienden que las condiciones actuales permiten una política menos restrictiva, otros, como la ex presidenta de la Reserva Federal de Kansas City, Esther George, abogan por la cautela y sugieren que es un momento para evaluar detenidamente el impacto de las decisiones sobre la inflación y el mercado laboral. La situación se complica aún más con la llegada de un nuevo presidente, Donald Trump, cuyas políticas fiscales podrían tener repercusiones significativas en la economía y la inflación.
Powell y su equipo deberán utilizar sus herramientas de comunicación para gestionar las expectativas del mercado. La actualización del gráfico de puntos, que refleja las proyecciones individuales de los miembros del FOMC sobre las tasas de interés, será clave para proporcionar claridad sobre las intenciones futuras del banco central. Además, se espera que el comunicado post-reunión incluya indicaciones sobre la dirección que tomará la política monetaria en los próximos meses.
En este contexto, la posibilidad de un ‘recorte halcón’ se perfila como una estrategia que podría permitir a la Reserva Federal mantener un control más estricto sobre la inflación, a pesar de una posible reducción inmediata de las tasas. Las decisiones a tomar en las próximas semanas serán cruciales para determinar el rumbo económico del país, en un momento en que la política monetaria se cruza con el complejo panorama político y económico global.