Carlos Sainz, el icónico piloto español y cuatro veces ganador del Rally Dakar, ha afirmado que la edición de 2024, que se llevará a cabo del 3 al 17 de enero en Arabia Saudí, es la más abierta de los últimos años. Este año, Sainz competirá con Ford, su nueva marca, y ha destacado que tanto Mini, Toyota como Dacia son también aspirantes al título, aunque considera que Dacia se encuentra ligeramente por delante.
Durante un acto previo al Dakar, Sainz expresó: «En Marruecos hubo una igualdad tremenda entre las cuatro marcas. Este Dakar se presenta como una carrera de eliminación, donde en la primera semana sucederán cosas interesantes». Además, subrayó la fiabilidad del Dacia, resaltando su experiencia de años anteriores, lo que lo coloca como un competidor fuerte en esta edición.
Ford, que participa por primera vez en el Dakar con el Raptor T1+, ha sido objeto de comentarios por parte del piloto. Sainz apuntó que «el primer año del coche siempre es complicado, pero las estadísticas están para romperlas y todos los miembros del equipo estamos dispuestos a intentarlo».
La relación entre Sainz y su copiloto
En cuanto a su copiloto, Lucas Cruz, Sainz no escatimó en elogios: «Es un fantástico copiloto. Entre él y yo existe una conexión tan fuerte que a veces ni siquiera es necesario hablar; con una mirada sabemos lo que estamos pensando, lo cual es fundamental».
A sus 62 años, Sainz se prepara para participar en su decimonoveno Dakar, regresando a Ford, con quienes logró cinco victorias y 25 podios. «Me siento muy motivado y las circunstancias me han ilusionado para volver a Ford. Este es un nuevo reto especial para mí», comentó el piloto madrileño.
El veterano piloto también reflexionó sobre su longevidad en el deporte: «Estoy lo suficientemente loco para estar corriendo en este equipo 40 años después. La pasión que tengo por las carreras sigue intacta». A pesar de que el proyecto con Ford está planeado para tres años, Sainz se comprometió a evaluar su rendimiento año a año.
En su primera experiencia con el vehículo en el Rally de Marruecos, donde terminó en quinto lugar y consiguió una victoria de etapa, Sainz se mostró optimista: «Conseguir una victoria de etapa en Marruecos fue un indicador de que vamos por el camino correcto». Además, enfatizó que no cambiaría nada de la estrategia que han seguido para ajustar el coche, considerándola como un año productivo.
Sainz también habló sobre la exigencia física de la competición, señalando que «cada año es más difícil» y que se requiere más tiempo para entrenar y recuperarse. «La pasión es la pastilla mágica que me permite seguir adelante», afirmó, reconociendo que, a pesar de los desafíos, su compromiso con el deporte es firme.
Finalmente, Sainz manifestó su deseo de que los aficionados disfruten de su participación y reafirmó su compromiso de representar a España en el Dakar, con la intención de dejar al país en lo más alto y que la gente esté orgullosa de su esfuerzo en la competición.