Londres, 14 de diciembre de 2024. El Banco de Inglaterra (BOE) ha decidido mantener sin cambios sus tasas de interés en la última reunión del año, a pesar de que la inflación en el Reino Unido ha alcanzado su nivel más alto en ocho meses. Esta decisión, que no sorprendió a muchos analistas, refleja la preocupación de los responsables de la política monetaria ante la persistente inflación en el sector de servicios y el crecimiento de los salarios.
Durante este año, el BOE ha reducido su tasa clave de 5.25% a 4.75% en dos ocasiones, una medida que ha sido objeto de debate entre economistas y analistas del mercado. En un giro inesperado, tres miembros del Comité de Política Monetaria votaron a favor de una reducción de tasas, mientras que seis optaron por mantenerlas, lo que sugiere una divergencia en las perspectivas sobre la dirección futura de la política monetaria.
La libra esterlina experimentó un leve aumento frente al dólar estadounidense tras el anuncio del BOE, aunque el dólar también mostró fortaleza, impulsado por la reciente decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos de bajar las tasas de interés. Esta dinámica resalta la interconexión de las políticas monetarias globales y cómo afectan a las economías nacionales.
Perspectivas económicas del BOE
En su comunicado, el BOE indicó que el aumento de la inflación en el Reino Unido, que alcanzó el 2.6% en noviembre, fue superior a lo previsto, lo que mantiene la presión sobre los responsables de la política monetaria. Además, el BOE ha revisado a la baja su previsión económica para el cuarto trimestre de 2024, anticipando que no habrá crecimiento, en contraste con la expansión del 0.3% que se preveía anteriormente.
Los datos recientes han mostrado un desempeño económico más débil de lo esperado, con una contracción del 0.1% en octubre. En este contexto, los mercados monetarios han ajustado sus expectativas respecto a futuras reducciones de tasas, pasando de prever aproximadamente 70 puntos básicos de recortes a solo 50. Esta situación refleja una creciente incertidumbre sobre la dirección de la economía británica.
Los comentarios de Suren Thiru, director de economía en el Instituto de Contadores Públicos de Inglaterra y Gales, indican que la decisión dividida del BOE sugiere que un recorte de tasas en febrero sigue siendo una posibilidad. Sin embargo, la institución podría verse atrapada en una encrucijada, ya que la inflación podría seguir aumentando, complicando la programación de futuros recortes de tasas en un escenario donde los temores de estancamiento se conviertan en una realidad.
