La carrera por la presidencia del Comité Olímpico Internacional (COI) entra en una fase decisiva con la presentación oficial de los siete candidatos y sus propuestas. El alemán Thomas Bach, que ha ocupado el cargo durante los últimos doce años, dejará su puesto, y los aspirantes deben comparecer ante el comité ejecutivo el próximo 30 de enero en Lausana, Suiza. La votación final se llevará a cabo entre el 18 y el 21 de marzo de 2025 en Grecia.
Entre los candidatos destaca Juan Antonio Samaranch, el único español en la contienda. Nacido en Barcelona en 1959, Samaranch ha compartido su visión sobre el futuro del movimiento olímpico y sus propuestas para revitalizar los Juegos Olímpicos, que enfrentan desafíos en un mundo cada vez más polarizado.
Propuestas de Juan Antonio Samaranch
Samaranch ha señalado que la universalidad debe ser la piedra angular del movimiento olímpico. En un mundo donde las diferencias y la tribalidad son cada vez más marcadas, el COI debe ser un ejemplo de unidad y respeto, como se refleja en la convivencia en la villa olímpica, donde atletas de diversas culturas y creencias compiten y forjan lazos de amistad.
Sobre el futuro de los Juegos Olímpicos, el candidato ha subrayado la importancia de adaptarlos a las nuevas generaciones. Según él, los Juegos deben ser atractivos y relevantes, manteniendo su esencia, pero también evolucionando hacia un formato más urbano y dinámico para captar el interés de los jóvenes.
En lo que respecta a la selección de ciudades sede, Samaranch propone un enfoque inclusivo que considere a las regiones que históricamente han sido excluidas, como muchas áreas de África y el sur de Europa. Su visión es que el COI debe adaptar su calendario a las condiciones climáticas de estas regiones, en lugar de imponerles condiciones que no pueden cumplir.
La cuestión económica es otro de los ejes centrales de su propuesta. Samaranch considera que el COI debe ser visto como una ONG con un alto presupuesto que, en el último ciclo olímpico, generó 7.600 millones de dólares, de los cuales el 92% se destinó a financiar los Juegos y a apoyar a las ciudades organizadoras. Su ambición es superar los 8.000 millones en el próximo ciclo, buscando nuevas fuentes de financiación y asegurando que los recursos se distribuyan equitativamente para fortalecer la base del deporte mundial.
En cuanto a la retribución de los medallistas olímpicos, Samaranch aboga por un enfoque que priorice la inversión en la base del deporte, asegurando que aquellos con menos recursos tengan oportunidades para competir en igualdad de condiciones. Cree que el dinero generado por los Juegos debe dirigirse a facilitar la participación de los atletas menos favorecidos, garantizando que puedan acceder a competiciones internacionales.
Sobre el proceso de selección de sedes, el candidato ha observado que, tras la reducción de ciudades candidatas en años recientes, es fundamental encontrar un modelo equilibrado que responda a las necesidades actuales. Las próximas ediciones de los Juegos Olímpicos, como Los Ángeles 2028 y Brisbane 2032, han demostrado que es posible otorgar las sedes de forma estratégica y adaptativa.
Finalmente, Samaranch ha abordado un tema delicado: la inclusión de atletas transgénero. Ha manifestado su respeto hacia las personas en proceso de cambio de sexo, pero también ha enfatizado la necesidad de proteger la categoría femenina en las competiciones, asegurando que el COI tome un papel activo en esta defensa.
Con un compromiso de limitar su mandato a ocho años y un enfoque en la universalidad y la relevancia del movimiento olímpico, Juan Antonio Samaranch se presenta como un candidato con una visión clara y ambiciosa para el futuro del COI.
