El músico y diseñador de moda estadounidense Pharrell Williams ha sido nombrado embajador de buena voluntad de la UNESCO en París, con un enfoque particular en la educación artística y el emprendimiento. Su nueva responsabilidad se enmarca en las iniciativas de la agencia cultural de la ONU, que buscan proteger las culturas indígenas, avanzar en la educación y la atención sanitaria para las mujeres, así como aumentar la conciencia sobre la prevención del genocidio y la salvaguarda del patrimonio cultural.
Williams, quien también ocupa el cargo de director artístico de la línea masculina de Louis Vuitton, ha expresado su deseo de “profundizar ese sentido de unidad y cohesión” en su labor, que pretende equilibrar las oportunidades para las comunidades marginadas. Durante su presentación, el artista recordó su juventud en Virginia, afirmando que “nunca en mis sueños más salvajes imaginé que recibiría una oportunidad como esta”.
La UNESCO ha indicado que Williams será “un mentor y modelo a seguir para los jóvenes creadores”, con especial énfasis en África, donde la organización apoya el desarrollo de las industrias culturales. Su designación también puede interpretarse como un símbolo del regreso de Estados Unidos a la UNESCO tras la reentrada del país bajo la administración del presidente Joe Biden, luego de que se retirara en 2018 durante el mandato de Donald Trump. Esta salida se debió a acusaciones de sesgo anti-Israel dentro de la agencia, tras la decisión de UNESCO en 2011 de admitir a Palestina como estado miembro, lo que llevó a Estados Unidos e Israel a suspender su financiación a la organización.
Pharrell Williams se une a un selecto grupo de embajadores de buena voluntad que incluye al músico de jazz estadounidense Herbie Hancock, al artista brasileño Vik Muniz y a la cineasta japonesa Naomi Kawase, lo que subraya la relevancia de la música y el arte en la promoción de la cultura a nivel global.