El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado sobre un ataque con misiles llevado a cabo por Ucrania contra una importante planta química ubicada en la región de Rostov, en el sur de Rusia. Este ataque se produjo el miércoles y utilizó seis misiles tácticos ATACMS, fabricados en Estados Unidos, y cuatro misiles de crucero Storm Shadow lanzados desde el aire.
Según el informe militar ruso, las unidades de defensa aérea lograron interceptar todos los misiles ATACMS y tres de los cuatro misiles Storm Shadow. Para ello, se emplearon sistemas de defensa aérea S-400, Buk-M3 y el sistema Pantsir. Sin embargo, uno de los Storm Shadows se desvió de su trayectoria y alcanzó la instalación, causando daños en un edificio técnico de la planta, según la declaración del ministerio.
Reacciones de Moscú y contexto del ataque
El ataque ha sido condenado por Moscú, que ha calificado estas acciones del régimen de Kiev, respaldadas por potencias occidentales, como provocaciones que no quedarán sin respuesta. Este tipo de incidentes subraya la creciente tensión en la región y el impacto de la guerra en Ucrania, que ha visto un aumento en las hostilidades y en el uso de armamento avanzado por ambas partes.
La planta Kamensky es una de las mayores instalaciones químicas en el sur de Rusia, establecida en 1939. A lo largo de los años, ha sido intensamente desarrollada para producir productos químicos esenciales que abordan cuestiones de importancia nacional y refuerzan las capacidades defensivas del país. Este ataque pone de manifiesto no solo la vulnerabilidad de infraestructuras clave en Rusia, sino también la escalada de la guerra y las implicaciones que tiene para la seguridad regional.
