Pedro Sánchez continúa su estrategia de consolidar el control del PSOE en las comunidades autónomas, buscando que los líderes territoriales actúen como representantes de Moncloa. Sin embargo, uno de los principales obstáculos en este camino es Emiliano García-Page, quien se ha mostrado escurridizo ante las directrices del partido. Tras la salida de Juan Lobato, Ferraz ha centrado su atención en Aragón, donde Javier Lambán, ex presidente de la comunidad, ha sido uno de los críticos más destacados en temas como la amnistía. En este contexto, Pedro Sánchez ha decidido lanzar a la ministra de Educación, Pilar Alegría, a la contienda por la dirección del PSOE en Aragón, buscando desplazar a Lambán.
El próximo 21 de diciembre, Pilar Alegría tiene previsto anunciar su candidatura para liderar el PSOE aragonés en un evento que se llevará a cabo en su localidad natal, La Zaida. A través de sus redes sociales, la ministra ha comunicado a los militantes que este día será significativo y que espera compartirlo con ellos. Sin embargo, la tarea que tiene por delante no será sencilla, ya que su relación con Javier Lambán es tensa y se encuentra en un entorno donde cuenta con escaso apoyo dentro del partido en su región.
La resistencia de Javier Lambán
La situación se complica aún más con la intención de Javier Lambán de lanzar una candidatura alternativa para conservar el control del PSOE en Aragón. Se especula que podría presentar al presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, como su candidato. Este enfrentamiento interno en el PSOE aragonés genera una división que podría ser aprovechada por el Partido Popular, cuyo líder en Aragón, Jorge Azcón, observa con interés el desarrollo de esta disputa. La imagen de Pilar Alegría, considerada como un reflejo del sanchismo y carente de un discurso propio en el contexto aragonés, podría convertirla en una oponente vulnerable en caso de que asuma la dirección del partido en la comunidad.