El presidente ruso, Vladimir Putin, llevó a cabo su tradicional conferencia de prensa de fin de año en Moscú, un evento que se extendió por más de cuatro horas y en el que respondió a 76 preguntas de periodistas rusos y extranjeros, así como de ciudadanos del país. La sesión, que combinó preguntas serias sobre la situación en Ucrania con momentos inesperados y preguntas personales, ha generado interés tanto en Rusia como en el extranjero.
Temas tratados y respuestas del presidente
Durante la conferencia, Putin fue cuestionado sobre su percepción de Rusia, a lo que respondió que el país es vasto, pero que lo más importante son sus habitantes. “Trato a Rusia como a mi familia”, afirmó. En cuanto a sus obligaciones como presidente, destacó que no siente aversión hacia ellas, asegurando que se dedica a su labor con placer y compromiso.
Entre las preguntas más inusuales, un espectador envió un mensaje en el que pedía matrimonio a una mujer llamada Katya, mientras que otro se quejaba del uso excesivo de palabras extranjeras en el idioma ruso. Además, se le preguntó a Putin sobre la presencia de retratos en su oficina, a lo que respondió que solo tiene una icono y un busto del científico ruso Mikhail Lomonosov.
La problemática demográfica fue otro de los temas centrales. Putin reconoció que es un desafío global y mencionó que Rusia ha iniciado campañas para abordar las políticas familiares y demográficas, que incluyen beneficios financieros como el capital materno y subsidios para mujeres embarazadas. Un espectador sugirió la legalización de la poligamia como solución para mejorar la demografía, una propuesta que no fue comentada por el presidente.
En un tono más ligero, Putin se refirió a la posibilidad de prohibir sitios web pornográficos, indicando que es un tema delicado y que el problema es global. “Es como pedir un filete. Este problema existe en todas partes”, comentó, sugiriendo que la solución radica en ofrecer alternativas más atractivas para el público.
En cuanto a las relaciones internacionales, Putin fue preguntado sobre si otorgaría asilo a su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky. El presidente ruso respondió que, si Zelensky apareciera de repente, Rusia no rechazaría a nadie, aunque consideró que probablemente no necesitaría asilo político, ya que “lo más probable es que se vaya al extranjero y sea apoyado”.
El evento también incluyó un momento curioso con un influencer que se presentó como Vlad Bumaga. Putin, al escuchar su nombre, hizo referencia al popular juego de “piedra, papel o tijera”, lo que provocó risas entre los asistentes. En un tono más personal, cuando se le preguntó sobre su sueño, el presidente se mostró reservado, indicando que prefería mantenerlo en privado.
Finalmente, Putin aprovechó la ocasión para enviar sus mejores deseos al pueblo ruso, instando a todos a prestar más atención a sus seres queridos en el contexto de las festividades de fin de año y Navidad, deseando éxito, felicidad y prosperidad a todos.