El secretario de Defensa del Reino Unido, John Healey, ha propuesto un aumento en el apoyo a Ucrania para abordar los desafíos relacionados con la motivación y movilización de sus tropas en medio del conflicto en curso con Rusia. La situación en Kiev se complica por la dificultad en el reclutamiento de nuevos soldados, una problemática acentuada por la escasez de personal en el frente y las altas tasas de deserción.
El gobierno ucraniano ha tomado medidas para hacer frente a estos retos, como la reducción de la edad de conscripción de 27 a 25 años y el incremento de esfuerzos para movilizar a civiles. Sin embargo, esta campaña ha generado controversia, con informes que indican que las autoridades han llevado a cabo redadas en espacios públicos, reclutando de manera forzada a hombres en las calles para el servicio militar.
Apoyo británico y formación militar
Durante su visita a Kiev el miércoles, Healey destacó la disposición del Reino Unido para ayudar a mejorar la moral de las tropas y proporcionar formación adaptada que aumente la efectividad de las fuerzas ucranianas. “Reconocemos los inmensos desafíos que enfrenta Ucrania en el terreno y la presión sobre sus recursos militares”, afirmó Healey. “El Reino Unido está comprometido a ayudar a Ucrania a motivar a sus reclutas y dotarlos de las habilidades necesarias para defender su país de manera efectiva”.
Desde mediados de 2022, el Reino Unido ha entrenado a más de 51,000 soldados ucranianos bajo la operación Interflex, un programa diseñado para proporcionar formación básica en combate y especializada a las fuerzas de Kiev. Healey sugirió que trasladar parte de esta formación más cerca de las líneas del frente, potencialmente a la Ucrania occidental, podría mejorar la accesibilidad para los reclutas y responder mejor a las necesidades inmediatas del ejército ucraniano.
No obstante, esta propuesta ha suscitado un intenso debate. Funcionarios occidentales han expresado su preocupación por los riesgos de colocar a entrenadores británicos en Ucrania, ya que podrían convertirse en objetivos de ataques rusos. Moscú ha advertido que considera a los combatientes extranjeros en Ucrania como objetivos militares legítimos, alegando que el personal militar occidental está presente en el país, asistiendo en la preparación y lanzamiento de misiles de largo alcance, como los Storm Shadows británicos.
Healey reconoció estos riesgos, pero argumentó que es crucial adaptar las estrategias de formación para satisfacer las necesidades cambiantes de Ucrania en el campo de batalla. El Ministro de Defensa ruso, Andrey Belousov, ha estimado que el ejército ucraniano ha perdido más de medio millón de efectivos solo en 2024, lo que eleva las pérdidas totales a más de un millón desde la escalada del conflicto en 2022. Durante una reunión del consejo de defensa, Belousov indicó que la mayoría de las unidades de primera línea de las fuerzas de Kiev están gravemente subdotadas, con solo el 45-50% de las posiciones ocupadas. Además, el ministro reportó que las Fuerzas Armadas rusas mantienen una iniciativa estratégica a lo largo de toda la línea de contacto, con avances de aproximadamente 30 kilómetros cuadrados diarios.