El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha instado a la Unión Europea (UE) a incrementar sus importaciones de petróleo y gas estadounidenses para reducir el déficit comercial que mantiene con el país norteamericano, o de lo contrario, enfrentarse a la posibilidad de aranceles. Según datos de Eurostat, el déficit comercial de bienes entre EE. UU. y la UE alcanzó los 156 mil millones de euros (162 mil millones de dólares) en 2023.
En un mensaje publicado en la plataforma de redes sociales Truth Social, Trump afirmó que la UE debería «compensar su enorme déficit con EE. UU. mediante la compra a gran escala de nuestro petróleo y gas». Además, advirtió que, de no hacerlo, «serán TARIFAS por todas partes».
Los datos indican que EE. UU. ya suministra el 47% de las importaciones de gas natural licuado (GNL) de la UE y el 17% de las compras de petróleo del bloque en el primer trimestre de 2024. Las exportaciones de crudo estadounidense a Europa se sitúan en alrededor de dos millones de barriles por día, lo que representa más de la mitad de las exportaciones totales del país, siendo el resto destinado a Asia.
Reacciones de la Comisión Europea
La Comisión Europea (CE) ha respondido a las advertencias de Trump, manifestando su disposición a discutir cómo profundizar lo que describió como una relación ya sólida, incluida la cooperación en el sector energético. Un portavoz anónimo de la CE declaró: «La UE está comprometida a eliminar las importaciones de energía de Rusia y diversificar nuestras fuentes de suministro».
Desde el inicio del conflicto en Ucrania en 2022, la UE se comprometió a dejar de consumir combustible ruso. Sin embargo, los datos muestran que los países de la UE continúan comprando miles de millones de euros en gas ruso cada mes. Se espera que en 2024 el bloque importe un 10% más de GNL de Rusia que en 2023, según la firma de análisis energético Kpler.
Los planes de la UE para eliminar por completo las importaciones de energía de Rusia para 2027 han encontrado una fuerte oposición en algunos Estados miembros, especialmente en Hungría y Eslovaquia, que aún dependen en gran medida de estas importaciones. Por otro lado, Trump, quien asumirá el cargo el 20 de enero, ha prometido imponer aranceles drásticos a varios de los principales socios comerciales de EE. UU., incluidos Canadá, México y China.
Durante su campaña, Trump ha reiterado que Europa pagará un alto precio por haber mantenido un gran superávit comercial con EE. UU. durante décadas. Las exportaciones de la UE están dominadas por Alemania, con productos clave como automóviles, maquinaria y productos químicos, lo que sugiere que los aranceles de Trump podrían causar estragos en la ya debilitada economía del bloque.