Taiwán ha recibido recientemente un lote de 38 tanques Abrams M1A2 de Estados Unidos, tras una espera de cinco años, según ha informado el Wall Street Journal. Este retraso en la entrega de armamento avanzado se ha visto más influenciado por problemas en la cadena de suministro que por las advertencias de Pekín, que considera a la isla como parte de su territorio.
A pesar de que Estados Unidos reconoce oficialmente la política de Una Sola China, que incluye a Taiwán como parte de la República Popular, Washington mantiene una cooperación militar activa con el gobierno de Taipéi, lo que ha suscitado la oposición firme de Beijing. En este contexto, el retraso en la entrega de armas ha alcanzado cifras significativas, superando los 20.000 millones de dólares en pedidos no entregados a principios de este año, según Eric Gomez, analista de defensa del Cato Institute.
Retrasos en la entrega de armamento
La llegada de estos tanques forma parte de un pedido mayor de 108 unidades realizado en junio de 2019 durante la presidencia de Donald Trump, con entregas inicialmente programadas para 2022. Sin embargo, la pandemia de Covid-19 y el aumento de la demanda global debido a conflictos en Ucrania y Oriente Medio han retrasado la entrega en dos años.
Recientemente, otros envíos, como los sistemas de cohetes HIMARS, han comenzado a reducir el total de armas no entregadas, que ahora se sitúa en aproximadamente 19.170 millones de dólares. Se espera que los 70 tanques Abrams restantes y los cazas F-16V lleguen a Taiwán para 2026. Además, se prevé un envío de misiles anti-tanque TOW-2B para finales de este año, cuya venta fue aprobada hace casi una década bajo la administración de Barack Obama.
La oposición de Pekín a las ventas de armas estadounidenses a Taiwán se ha mantenido constante. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, instó a Washington a “dejar de armar a Taiwán y de alentar o apoyar a las fuerzas de ‘independencia de Taiwán’ que intentan lograr sus objetivos mediante medios militares”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha subrayado que el apoyo continuo de Estados Unidos a Taipéi contradice los compromisos previos asumidos por Washington en el Comunicado del 17 de agosto de 1982, en el que se prometió no perseguir una política de ventas de armas a largo plazo a la isla y se expresó la intención de reducir gradualmente dichas ventas.