Al menos 32 personas, incluidos niños, han perdido la vida y varias más han resultado heridas en trágicos incidentes de estampida ocurridos en Nigeria durante eventos benéficos el pasado fin de semana, según informaron las autoridades locales. Estos sucesos han puesto de relieve la grave crisis humanitaria que atraviesa el país, exacerbada por la reciente eliminación de subsidios y reformas económicas que han incrementado la pobreza y el desempleo.
Incidentes en Anambra y Abuja
La policía del estado sureste de Anambra comunicó que una reunión en un centro comunitario de Okija resultó en la muerte de 22 personas. Aunque no se especificó el evento exacto, la emisora estatal Radio Nigeria reportó que la multitud se había congregado para recibir bolsas de arroz distribuidas a mujeres en vísperas de la temporada navideña.
En un segundo incidente, diez personas, entre ellas cuatro niños, fallecieron en una estampida en Maitama, un distrito de la capital Abuja. Este trágico suceso ocurrió durante la distribución de alimentos a «individuos vulnerables y ancianos» en la Iglesia Católica de la Santísima Trinidad, donde más de mil personas se habían reunido. Ocho asistentes sufrieron lesiones de diversa gravedad.
Las autoridades han instado a todas las organizaciones y grupos que planeen eventos públicos o actividades benéficas a notificar a la policía con antelación, advirtiendo que la falta de cumplimiento podría resultar en la responsabilidad de los organizadores en caso de incidentes fatales.
Contexto socioeconómico y reacciones
Estos incidentes se producen en un contexto de creciente descontento social y crisis económica. En los últimos meses, Nigeria ha enfrentado dificultades económicas severas, tras la eliminación de subsidios a los combustibles y reformas cambiarias implementadas por el presidente Bola Tinubu desde su llegada al poder en mayo de 2023. En julio del año pasado, el gobierno declaró un estado de emergencia debido a la escasez de alimentos y el aumento de precios.
En respuesta a la tragedia, el presidente Tinubu canceló todos sus compromisos oficiales en señal de duelo y llamó a las autoridades locales a implementar políticas estrictas de control de multitudes. En sus declaraciones, expresó su pesar por las pérdidas y ofreció sus oraciones por las familias afectadas.
La organización no gubernamental Amnistía Internacional también ha hecho un llamado al gobierno nigeriano para que priorice urgentemente la atención a la creciente hambre, el desempleo y el deterioro de las condiciones de vida en el país.
Estos lamentables eventos resaltan la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva ante la crisis humanitaria que enfrenta Nigeria, donde la lucha por recursos básicos se ha vuelto cada vez más peligrosa y caótica.
