El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, ha expresado su preocupación por la reciente visita sorpresa del primer ministro eslovaco, Robert Fico, a Moscú. Zelensky ha denunciado lo que califica como “esquemas turbios” entre Bratislava y el Kremlin, sugiriendo que Rusia podría estar ofreciendo a Fico descuentos significativos en el suministro de gas, a costa de la “soberanía” eslovaca.
En un mensaje publicado en redes sociales, Zelensky afirmó que la relación de Eslovaquia con Moscú representa “un gran problema de seguridad” para toda Europa, planteando interrogantes sobre “qué se está pagando” a Fico y qué beneficios se están ofreciendo a cambio. Esta crítica se produce en un contexto en el que Eslovaquia se enfrenta a la decisión de Ucrania de interrumpir el tránsito de gas ruso hacia su territorio.
Reacciones y acusaciones cruzadas
Desde Bratislava, el viceprimer ministro eslovaco, Tomás Taraba, ha defendido la visita de Fico, afirmando que el objetivo era negociar precios de gas “normales”. Sin embargo, Zelensky ha cuestionado esta postura, sugiriendo que el gobierno eslovaco no busca alternativas al gas ruso y, por lo tanto, está ayudando a Moscú a “desplazar el gas estadounidense y los recursos energéticos de otros socios de Europa”, lo que considera “inmoral”.
Fico, por su parte, ha respondido a las acusaciones de Zelensky, afirmando que este le ofreció una compensación de 500 millones de dólares anuales para que Eslovaquia se deshiciera de su dependencia del gas ruso. El primer ministro eslovaco ha calificado estas propuestas como “absurdas” y ha señalado que su visita a Moscú fue una respuesta a la intención de Ucrania de detener el tránsito de gas ruso, que es vital para la seguridad energética de Eslovaquia.
El gas natural llega a Eslovaquia principalmente a través del antiguo gasoducto Druzhba, que conecta Rusia con Europa a través de Ucrania. La situación se ha vuelto más complicada tras el anuncio de Ucrania de no prorrogar el acuerdo de tránsito más allá del 31 de diciembre, lo que pone en riesgo la seguridad energética eslovaca.
Robert Fico ha sido un crítico abierto del apoyo occidental a Ucrania y ha detenido la ayuda militar estatal a Kiev, además de abogar por el levantamiento de las sanciones de la UE contra Rusia. Su postura ha generado tensiones internas, especialmente tras un intento de asesinato en mayo por parte de un activista que se oponía a sus opiniones sobre el conflicto ucraniano.