Innovaciones en interfaces de realidad aumentada y virtual: EgoTouch
Un grupo de investigadores del Instituto de Interacción Humano-Computadora de la Universidad Carnegie Mellon ha presentado recientemente un avance significativo en el control de interfaces de realidad aumentada (AR) y realidad virtual (VR) mediante un sistema denominado EgoTouch. Este innovador dispositivo utiliza inteligencia artificial para interpretar los toques realizados sobre la piel con un dedo, permitiendo así la interacción directa sin necesidad de dispositivos adicionales. La investigación fue publicada en las Actas del 37º Simposio Anual de Software y Tecnología de Interfaz de Usuario de la ACM.
El equipo, dirigido por el profesor asociado Chris Harrison, buscaba desarrollar un control que proporcionara retroalimentación táctil utilizando únicamente los sensores que vienen integrados en los auriculares de AR/VR estándar. A diferencia de métodos anteriores como OmniTouch, que dependían de cámaras de profundidad especiales, EgoTouch se basa en un algoritmo de aprendizaje automático que permite a cámaras convencionales reconocer los toques en la piel. El investigador Vimal Mollyn, estudiante de doctorado y mente detrás de esta idea, comenta que al observar el efecto de un dedo sobre la piel se pueden identificar sombras y deformaciones locales, elementos que el modelo ha aprendido a correlacionar con diferentes tipos de toque y su fuerza correspondiente.
EgoTouch ha demostrado una notable precisión, siendo capaz de detectar toques con una exactitud superior al 96% y una tasa de falsos positivos de alrededor del 5%. Este sistema no solo reconoce acciones básicas como presionar, levantar y arrastrar, sino que también puede discernir la intensidad del toque. Esta capacidad abre un abanico de posibilidades para que los desarrolladores imiten gestos de pantallas táctiles en la piel, lo que podría transformar la manera en que interactuamos con dispositivos en el futuro. Sin embargo, su rendimiento es menos efectivo en áreas óseas, como los nudillos, donde la deformación de la piel es mínima. A medida que los investigadores continúan perfeccionando la tecnología, se están explorando nuevas formas de implementar el sistema en diversas superficies y condiciones de iluminación, ampliando así sus aplicaciones potenciales.