Investigadores rusos están a punto de finalizar el desarrollo de una nueva vacuna contra el cáncer, según ha declarado Alexander Gintsburg, director del Instituto de Epidemiología y Microbiología Gamaleya. Este avance se produce tras la creación de la vacuna Sputnik V contra la Covid-19, que fue una de las primeras en ser desarrolladas a nivel mundial en agosto de 2020.
Gintsburg, en una entrevista con el medio RT, explicó que la nueva vacuna terapéutica está destinada a pacientes ya diagnosticados con cáncer. Su funcionamiento se basa en activar el sistema inmunológico del paciente para que comience a destruir las células malignas. La vacuna permite que los linfocitos citotóxicos, un tipo de glóbulo blanco, reconozcan las proteínas extrañas en la superficie de las células tumorales, facilitando así la identificación y eliminación de células metastásicas en el organismo.
Un enfoque personalizado en la lucha contra el cáncer
El director del Gamaleya destacó que esta tecnología presenta una ventaja significativa, ya que permite la producción de una alta concentración de la proteína objetivo necesaria para activar el sistema inmunológico, incluso superando los niveles requeridos para distinguir entre proteínas propias y ajenas. Además, la vacuna será un producto verdaderamente personalizado, dado que se crearán tratamientos específicos para cada paciente, considerando que no hay dos tumores iguales.
Los investigadores han demostrado la efectividad de la vacuna en modelos animales, específicamente en ratones con melanoma. Actualmente, están desarrollando modelos para tratar otras enfermedades oncológicas, como el cáncer de pulmón no microcítico, que es el tipo de cáncer más diagnosticado y con la tasa de mortalidad más alta. Este tipo de cáncer presenta una respuesta limitada a los tratamientos convencionales, como la cirugía, la radioterapia o la quimioterapia.
Gintsburg también mencionó que se están creando modelos para otros tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de páncreas y ciertos tipos de cáncer de riñón. En cuanto a la fecha de lanzamiento de la nueva vacuna, se espera que para septiembre de 2025 se inicien los trabajos en el Instituto de Investigación Oncológica Hertsen y en el Centro Oncológico Blokhin para introducir este tratamiento en pacientes reales. En las etapas iniciales, la vacuna será sometida a pruebas para demostrar su efectividad en un grupo limitado de personas.
Una vez que esta tecnología sea registrada por el Ministerio de Salud, Gintsburg confía en que su implementación se expanda rápidamente a otros centros médicos en el país. Este desarrollo representa un avance significativo en la lucha contra el cáncer, un desafío que afecta a millones de personas en todo el mundo y que requiere de soluciones innovadoras y efectivas.