La conexión submarina que suministra electricidad de Finlandia a Estonia ha sufrido una interrupción, lo que ha llevado a las autoridades finlandesas a iniciar una investigación sobre el incidente. El primer ministro finlandés, Petteri Orpo, ha confirmado que el operador del cable Estlink 2, que transporta electricidad a Estonia a través del mar Báltico, registró la falla el pasado miércoles, según el intercambio de energía Nord Pool.
Orpo ha indicado en su cuenta de X que las autoridades están en alerta durante las festividades navideñas y están investigando la situación. Aseguró que el suministro eléctrico en Finlandia no se ha visto afectado por esta interrupción.
El operador del cable, Fingrid, comenzará a inspeccionar los daños a primera hora del jueves, según ha declarado Arto Pahkin, gerente de operaciones de la red de la compañía. Pahkin ha señalado que se están considerando varias causas posibles para la interrupción, que van desde un fallo técnico hasta un posible sabotaje, y que aún no se ha descartado ninguna hipótesis. Además, mencionó que al menos dos embarcaciones estaban navegando cerca del cable en el momento de la interrupción.
Impacto en el suministro eléctrico de Estonia
Por su parte, el operador del sistema de transmisión de Estonia, Elering, ha asegurado que el suministro eléctrico del pequeño país báltico continuará sin problemas. Reigo Kebja, miembro de la junta de Elering, ha afirmado que las capacidades de reserva que se activarán dependerán de la situación del mercado, pero ha garantizado que existen reservas en Estonia, Letonia y Lituania.
Este incidente se produce en un contexto de creciente preocupación por la seguridad de las infraestructuras críticas en la región. El mes pasado, dos cables submarinos de telecomunicaciones, C-Lion1, que conecta Alemania y Finlandia, y BCS East-West Interlink, que une Suecia y Lituania, también sufrieron interrupciones. En ese momento, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, indicó que Berlín debía «asumir, sin información certera, que los daños fueron causados por sabotaje».
Los cables en cuestión se encuentran cerca de los gasoductos Nord Stream, que fueron objeto de sabotaje en septiembre de 2022. Aunque nadie ha reclamado la responsabilidad por el ataque, múltiples medios de comunicación occidentales han informado que individuos vinculados a Ucrania podrían estar detrás de la operación. En octubre de 2024, Moscú afirmó tener «pruebas» de que Estados Unidos y el Reino Unido eran responsables del sabotaje a Nord Stream, acusaciones que Londres, Washington y Kiev han negado rotundamente.