El pasado 20 de octubre de 2024, el equipo New York Liberty se alzó con el título de campeones de la WNBA tras vencer a las Minnesota Lynx en el quinto partido de las finales de la liga, celebradas en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York. Este evento resalta no solo el talento deportivo femenino, sino también el creciente interés y la inversión en el deporte, que ha captado la atención de los anunciantes y de las empresas de medios.
El auge del mercado publicitario en 2025
El mercado publicitario se muestra optimista al entrar en 2025, especialmente para las compañías de medios que poseen derechos deportivos y programación en vivo. Los ejecutivos del sector consideran que la finalización de la incertidumbre electoral ha contribuido a mejorar las perspectivas del mercado. A pesar de la migración de los consumidores hacia plataformas de streaming y de la disminución de los paquetes de televisión tradicionales, la televisión convencional sigue siendo relevante en las negociaciones con los anunciantes, sobre todo en lo que respecta a los eventos deportivos.
Mark Marshall, presidente de publicidad global de NBCUniversal, afirmó que el término «normalización» describe adecuadamente la situación del mercado publicitario. A medida que las empresas se adaptan a un entorno más estable, se espera que los presupuestos publicitarios aumenten de manera gradual. La publicidad en televisión, que se considera la forma más efectiva de publicidad, también se prevé que crezca a un ritmo moderado, mientras que el sector digital sigue expandiéndose rápidamente.
La importancia de los eventos deportivos en el panorama publicitario es innegable. Las coberturas de eventos en vivo generan un 24% más de compromiso que otros tipos de programación, lo que subraya la necesidad de que las plataformas de streaming mejoren la experiencia del espectador mediante anuncios personalizados y menos intrusivos. La capacidad de atraer grandes audiencias convierte a los eventos deportivos en un pilar fundamental para las empresas de medios.
En este contexto, la creciente popularidad de los deportes femeninos, impulsada en gran medida por la WNBA, presenta una oportunidad significativa para los anunciantes. A pesar de que solo un 3% de los $8.5 mil millones gastados en publicidad televisiva deportiva en 2024 se dirigieron a deportes femeninos, la tendencia sugiere un potencial de crecimiento considerable en los próximos años, a medida que más espectadores se sientan atraídos por estas competiciones.
La reciente adquisición de los derechos de transmisión de la Copa Mundial Femenina de la FIFA por parte de Netflix para 2027 y 2031 también ilustra el compromiso de las plataformas de streaming por fortalecer su portafolio deportivo, lo que es indicativo de una transformación en la percepción del deporte femenino y su valor en el mercado publicitario.
A pesar de la disminución del uso de la televisión tradicional, que ha caído por debajo del 50% por primera vez en la historia, sigue siendo la opción más efectiva en términos de impresiones publicitarias, generando seis veces más que los servicios de streaming. Esta dinámica evidencia que, aunque el futuro del consumo de medios está indiscutiblemente ligado al streaming, la televisión tradicional aún posee un papel vital que no puede ser ignorado.
Ambos mundos, el de la televisión lineal y el streaming, están comenzando a converger en la estrategia de publicidad, lo que sugiere un futuro donde la integración de ambos formatos ofrecerá a los anunciantes un alcance sin precedentes.