El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha rechazado de manera contundente las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la posible recuperación del control del Canal de Panamá. Mulino enfatizó que el canal es una parte integral del patrimonio nacional panameño, subrayando que su propiedad no está sujeta a negociación.
Durante una conferencia de prensa, Mulino afirmó: “El canal es panameño y pertenece a los panameños. No hay posibilidad de abrir ningún tipo de conversación sobre esta realidad, que ha costado al país sangre, sudor y lágrimas”. El presidente panameño fue claro al señalar que cualquier intento de diálogo sobre el canal sería inútil: “Si hay una intención de hablar, entonces no hay nada de qué hablar”.
Reacciones a las críticas de Trump
Las declaraciones de Trump, quien ha criticado las tarifas impuestas a los buques estadounidenses que transitan por el canal, las ha calificado de “exorbitantes”. Además, ha expresado su preocupación por la supuesta influencia china en esta vía estratégica, afirmando: “Nunca dejaremos que caiga en manos equivocadas”, en un mensaje publicado en su plataforma Truth Social.
Mulino, en respuesta a estas afirmaciones, aseguró que no existe “absolutamente ninguna interferencia china” en el canal, que conecta los océanos Pacífico y Atlántico. Su postura fue respaldada por otros líderes latinoamericanos, entre ellos la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien declaró: “El Canal de Panamá pertenece a Panamá, y su soberanía debe ser respetada por todas las naciones”.
El Canal de Panamá, un conducto crucial para el comercio marítimo global, fue construido por Estados Unidos a principios del siglo XX y permaneció bajo administración estadounidense hasta finales de 1999, cuando fue oficialmente transferido a Panamá en virtud de una serie de tratados bilaterales firmados en 1977.