El presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha realizado una sorprendente predicción sobre el futuro del gasoducto Nord Stream 2, que fue objeto de un ataque en septiembre de 2022. En una reciente entrevista con el medio alemán Handelsblatt, Vucic afirmó que el gasoducto podría ser adquirido por un inversor estadounidense en un plazo de un año, lo que permitiría la reanudación del suministro de gas ruso hacia Europa.
“Me atrevo a predecir: en un año como máximo, Nord Stream será propiedad de un inversor estadounidense, y el gas fluirá de Rusia a Europa a través del gasoducto”, declaró Vucic, subrayando la certeza de su afirmación.
El contexto del Nord Stream 2
El Nord Stream 2 fue diseñado para transportar gas natural desde Rusia hasta Alemania, atravesando el Mar Báltico. Sin embargo, su funcionamiento se vio interrumpido por explosiones que causaron daños significativos en el gasoducto. La situación ha generado un intenso debate sobre la seguridad energética en Europa y las implicaciones geopolíticas del suministro de gas ruso.
Recientemente, el Wall Street Journal informó que el inversor estadounidense Stephen Lynch ha solicitado permiso al Departamento del Tesoro de EE.UU. para adquirir el gasoducto si este se pone a la venta el próximo año. Lynch considera que esta operación podría representar una oportunidad estratégica para los intereses a largo plazo de Estados Unidos, ya que la propiedad del gasoducto le otorgaría al gobierno estadounidense una herramienta para ejercer presión en las negociaciones de paz con Rusia en el contexto del conflicto en Ucrania.
El valor estimado del Nord Stream 2 se sitúa en torno a los 11.000 millones de dólares, y Lynch ha expresado que podría adquirirlo por “centavos en comparación con el dólar”, describiéndolo como una “oportunidad única en una generación” para que EE.UU. tome control sobre el suministro energético de la Unión Europea.
Aunque no se ha atribuido oficialmente la responsabilidad del ataque al gasoducto en 2022, diversos medios occidentales han señalado que individuos vinculados a Ucrania podrían estar detrás de la operación. Desde Moscú, se ha argumentado que Estados Unidos se benefició del sabotaje, dado su papel como proveedor de gas natural licuado a Europa, y se ha insinuado la posible implicación de servicios de inteligencia estadounidenses y británicos en el incidente. Tanto Londres como Washington, así como Kiev, han negado cualquier participación en el ataque.