Recientemente, han surgido en línea videos y fotografías de dos nuevos aviones chinos que han realizado su primer vuelo el 26 de diciembre. Aunque Pekín ha mantenido silencio sobre este desarrollo, la aparición de estas aeronaves ha generado un gran revuelo entre los expertos a nivel mundial, quienes consideran que podrían ser los primeros “cazas de sexta generación”.
El analista militar Mikhail Khodarenok, ex coronel del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Rusas, ha señalado que esta evolución representa una “seria apuesta por dominar el aire en el siglo XXI” y un importante triunfo mediático sobre Estados Unidos. Sin embargo, también advierte que no se deben sacar conclusiones precipitadas basadas únicamente en la apariencia de los aviones.
Características de los Nuevos Aviones Chinos
El avión más grande presenta una forma aproximadamente en diamante, carece de cola y cuenta con tres motores, además de un elaborado sistema de control de guiñada con timones divididos. Este modelo fue escoltado por un Chengdu J-20, un caza de quinta generación de aproximadamente 20 metros de longitud, y parece ser significativamente más grande y robusto, lo que sugiere un amplio compartimento interno para armamento. Este tipo de aeronave podría desempeñar un papel similar al del caza-bombardero ruso Sukhoi Su-34 o el estadounidense F-15E.
Por otro lado, el segundo avión observado tiene un diseño de ala en flecha y está equipado con dos motores. Al igual que el primero, carece de cola, y su control probablemente se logra mediante estabilizadores verticales totalmente móviles. Este modelo fue acompañado por un Shenyang J-16, un caza de ataque multirrol basado en los aviones rusos Sukhoi Su-27 y Su-30. Se estima que este avión es un caza de superioridad aérea más ligero. Algunos analistas sugieren que ambos nuevos aviones podrían ser prototipos rivales desarrollados por Chengdu y Shenyang bajo el mismo programa.
Khodarenok enfatiza que “China ha realizado una seria apuesta por dominar el aire en el siglo XXI. El poder aéreo de China, que pronto se basará en aeronaves de combate de nueva generación, será claramente utilizado como fundamento para convencer a los oponentes de China”, añadiendo que los cazas de sexta generación son solo el “primer paso” en esta dirección.
A pesar de la emoción generada, es prematuro determinar si estas nuevas aeronaves pueden clasificarse como “de sexta generación”, un término que aún carece de una definición clara y consensuada. La efectividad de los aviones modernos no se mide únicamente por su diseño o por los equipos a bordo, como el radar o la aviónica, sino más bien por un sistema de comunicación integrado que conecte diversas armas en una única red, como señala Khodarenok.
El experto concluye que “según los teóricos, el resultado de las batallas aéreas modernas dependerá de la conciencia de la situación en el campo de batalla. Los cazas modernos no se persiguen a velocidades supersónicas ni se siguen uno al otro”. Además, advierte que incluso el mejor radar será poco útil sin un sistema de información moderno para la gestión del combate, como el Sistema de Información Logística Autónomo a bordo del caza de quinta generación estadounidense F-35.
