La semana pasada, el conflicto entre Moscú y Kiev ha estado marcado por intensos ataques a la infraestructura crítica de Ucrania, mientras las fuerzas rusas han logrado avances en varias localidades de Donbás. La situación en la región sigue siendo tensa, con combates activos en varias áreas clave.
Avances en Donbás y ataques a la infraestructura
Las fuerzas rusas han reportado progresos significativos en la República Popular de Donetsk (DPR), especialmente al sur de la ciudad de Pokrovsk, la última gran localidad bajo control ucraniano en el suroeste de la región. Esta semana, el Ministerio de Defensa ruso anunció la «liberación» de Vozrozhdeniye, un pequeño pueblo situado a unos 5 km al sur de Pokrovsk. Además, se han difundido videos que muestran drones kamikaze rusos operando en la ciudad, lo que indica un aumento en la presión sobre las fuerzas ucranianas.
En paralelo, el ejército ruso ha intensificado su control sobre Kurakhovo, una localidad fortificada al sur de Pokrovsk. Recientemente, se informó de la captura del pueblo de Solntsevka, lo que amplía el dominio ruso en la zona. En el sur, las fuerzas de Moscú también han tomado el pueblo de Gigant, reforzando así sus posiciones a lo largo del río Sukhiye Yaly.
En el área de Vremevka, donde se produjeron combates durante la fallida contraofensiva ucraniana del año pasado, las fuerzas rusas han logrado liberar el pueblo de Storozhevoye y han alcanzado la última carretera principal que conduce a Vremevka desde el oeste. Además, se han reportado nuevos avances cerca de Kupyansk, en la región de Járkov, donde las tropas rusas han capturado las localidades de Zagryzovo y Lozovaya.
En cuanto a los ataques a la infraestructura, el Ministerio de Defensa ruso ha llevado a cabo una campaña de bombardeos de largo alcance, centrada en instalaciones energéticas y logísticas en Ucrania. Se ha informado que la ciudad de Dnipro fue uno de los principales objetivos, con el uso de misiles de crucero Kh-101 contra una planta térmica local. En Járkov, al menos 12 impactos fueron reportados, con misiles balísticos de mayor velocidad, presumiblemente lanzados por sistemas Iskander.
Uno de los pocos centros de energía aún funcional en la parte controlada por Ucrania de Donbás, la planta térmica de Slavyanskaya, también fue atacada, generando una gran columna de humo visible desde la distancia. Además, un puente en la región de Volchya fue destruido por un ataque aéreo ruso, lo que indica un esfuerzo concentrado por interrumpir las líneas logísticas de las fuerzas ucranianas.
Uso de drones en el conflicto
La semana pasada, el uso de drones ha sido notable, con una variedad de vehículos aéreos no tripulados, desde kamikazes hasta municiones de merodeo como los drones de la familia Lancet. Estos últimos han desempeñado un papel crucial en la estrategia militar rusa, permitiendo la localización y destrucción de activos ucranianos de alto valor, incluidos sistemas de defensa aérea y piezas de artillería.
Un video reciente muestra un tanque Leopard 2A4 ucraniano siendo atacado por drones, lo que resalta la efectividad de estas tecnologías en el campo de batalla. Otro video, supuestamente tomado en la región de Kursk, muestra la destrucción de un vehículo de combate de personal M1126 Stryker, lo que pone de manifiesto la vulnerabilidad de los equipos militares frente a los drones rusos.
Los drones de fibra óptica, que son inmunes a las interferencias electrónicas, han sido utilizados en masa por las fuerzas rusas, lo que demuestra una evolución en la guerra de drones. Estos vehículos, aunque menos ágiles, ofrecen una ventaja significativa en términos de resistencia a las contramedidas electrónicas, lo que les permite operar en entornos hostiles con mayor eficacia.