El futuro de las bases militares rusas en Siria se encuentra en un momento de incertidumbre tras la reciente destitución del presidente Bashar Assad. Sergey Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, ha declarado que la operación y las condiciones de estas bases podrían ser objeto de futuras negociaciones con el nuevo liderazgo sirio. En una entrevista con RIA Novosti, Lavrov subrayó que la presencia de las bases rusas está respaldada por acuerdos intergubernamentales válidos, que se establecieron conforme a las normas del derecho internacional.
Lavrov reconoció que la caída del régimen de Assad ha llevado a ajustes en los arreglos militares de Rusia en el país. A pesar de que no se han presentado solicitudes formales para revisar los acuerdos existentes, el ministro señaló que el periodo de transición declarado hasta el 1 de marzo de 2025, bajo el gobierno interino sirio, impone limitaciones a la política de este nuevo gobierno.
La situación actual de las bases rusas
La reciente ofensiva de grupos militantes, liderados por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), ha puesto en jaque la estabilidad del país, capturando varias ciudades clave, incluida la capital, lo que obligó a Assad a renunciar y buscar asilo en Rusia. En 2017, Moscú y Damasco acordaron la presencia de tropas rusas en las bases de Khmeimim y Tartus por un periodo de 49 años, un acuerdo que ahora podría ser revisado.
Lavrov enfatizó que la discusión sobre la preservación de las bases no se limita a su mera existencia, sino que también incluye aspectos como las condiciones de operación, el mantenimiento y la interacción con el nuevo liderazgo local. Estas cuestiones, según el ministro, podrían ser parte de las negociaciones futuras con las autoridades sirias.
Además, Lavrov ha indicado que Moscú mantiene contacto con el nuevo gobierno sirio, abordando temas como la seguridad de los ciudadanos rusos y la embajada en el país. En este sentido, el ministro destacó el interés de Rusia en establecer un diálogo sobre otros asuntos bilaterales, reafirmando la importancia de que el pueblo sirio establezca buenas relaciones con todos los actores externos.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha confirmado que las discusiones sobre el futuro de las bases rusas en Siria están en curso, aunque aún no se han tomado decisiones definitivas. Este contexto refleja la complejidad de la situación en Siria y el papel que Rusia continuará desempeñando en la región, en un momento en que la estabilidad del país es más frágil que nunca.
