Un reciente estudio de científicos evolucionistas ha revelado que los elefantes en India enfrentaron un cuello de botella poblacional hace aproximadamente 2.000 años, que se prolongó durante 1.500 años. Este drástico descenso en la población no se debió a epidemias, cambios ambientales o migraciones, sino que fue consecuencia de la guerra. En la antigüedad, los elefantes eran utilizados en conflictos bélicos, y hasta el conquistador macedonio Alejandro Magno tuvo que detener su expansión hacia el este debido a la formidable resistencia de los ejércitos de elefantes indios.
Los registros históricos indican que los elefantes en la India antigua fueron capturados y utilizados en la guerra desde antes del Periodo Maurya (321 a 185 a.C.) hasta poco antes de la llegada de los mughal, hace unos 500 años. Fuentes griegas antiguas sugieren que el rey Chandragupta Maurya contaba con entre 3.000 y 6.000 elefantes en su ejército.
Los machos jóvenes eran capturados y, al ser privados de su libertad y alimento, muchos morían en cautiverio. Se estima que la población de elefantes pudo haber disminuido drásticamente debido a las numerosas muertes en batalla, hasta alcanzar un cuello de botella poblacional. Según el ecólogo Raman Sukumar, del Centro de Ciencias Ecológicas del Instituto Indio de Ciencia (IISc), «este parece ser un patrón en la historia de los elefantes».
Impacto de la guerra en la población de elefantes
La ecóloga molecular Uma Ramakrishnan, del Centro Nacional de Ciencias Biológicas, señala que, aunque podría haber sido una epidemia la causa de la reducción poblacional, los registros históricos sugieren que la guerra es una causa más probable. Con el tiempo, condiciones favorables, como un clima adecuado, altas tasas de natalidad y bajas tasas de mortalidad, permitieron que la población de elefantes se recuperara, dando lugar a una divergencia poblacional.
Una representación del uso de elefantes en la guerra se encuentra en una escultura del Templo Channakeshava, en los templos de Hoysala del siglo XIII, que muestra las cuatro alas de los antiguos ejércitos indios: infantería (elefante), caballería (caballo), soldados de a pie y carros de guerra. Este chaturanga bala o chaturanga sena (el ejército de cuatro partes) es un elemento recurrente en la historia y literatura india.
Las épicas mitológicas Mahabharata y Ramayana mencionan el uso de elefantes en la guerra. Sukumar, en su libro ‘La historia de los elefantes de Asia’, describe detalladamente la batalla del Hidaspes entre Alejandro Magno y el rey indio Puru, donde los más de 80 elefantes del ejército de Puru causaron estragos tanto entre amigos como enemigos. Aunque Alejandro ganó esta batalla, posteriormente abandonó su conquista de India al enterarse de que reyes más poderosos al este contaban con ejércitos de elefantes aún más numerosos.
El historiador Thomas Trautmann, en su obra ‘Elefantes y Reyes’, explica que el uso de elefantes en la guerra fue influenciado por la llegada de los pueblos arios a India, quienes introdujeron la cultura de la equitación en una tierra rica en elefantes pero sin caballos. Este mantenimiento de los elefantes por parte de los reyes condujo a la preservación de los bosques como recursos para su alimentación.
Un estudio reciente realizado por Sukumar y otros investigadores ha revelado signos de cuellos de botella poblacionales en los elefantes indios hace 100.000 años. Sin embargo, lo que más les sorprendió fue el cuello de botella mencionado, que comenzó hace aproximadamente 2.000 años y duró unos 1.500 años. Los investigadores sugieren cautelosamente que esta reducción poblacional podría estar relacionada con la captura a gran escala de elefantes para la guerra.
Utilizando métodos estadísticos sofisticados, los científicos reconstruyeron la historia demográfica a partir de datos genéticos, analizando más de 30 genomas de elefantes en toda India. Este estudio plantea preguntas interesantes sobre si el uso de elefantes en la guerra hace 1.500 años es, en parte, responsable de la estructura poblacional actual de estos animales.
Ramakrishnan añade que la evolución en genética poblacional se mide de cinco maneras: cuellos de botella, migración, mutación, selección natural y endogamia. La importancia de un cuello de botella radica en que es evidencia de evolución. La enfermedad en una población, debido a un rasgo hereditario, podría llevar a la muerte de elefantes o a menos crías, eliminando así el gen defectuoso. De manera similar, un cuello de botella provoca una reducción en la población, lo que disminuye la diversidad genética y conlleva a la pérdida de variaciones genéticas raras.
Sukumar proporciona un ejemplo interesante de la evolución reciente entre los elefantes machos indios, señalando que tanto los machos con colmillos como los makhanas, que son machos sin colmillos, coexisten en la naturaleza. Hay un número mucho mayor de makhanas en el noreste que en el sur, lo que podría ser consecuencia de la captura selectiva de elefantes machos con colmillos a lo largo de la historia. «Nuestro próximo paso es buscar los genes involucrados en la expresión de los colmillos», concluye.