En el ámbito de las inversiones, los fondos cotizados en bolsa (ETFs) se han convertido en una opción cada vez más popular entre los inversores. Una de las principales ventajas que ofrecen en comparación con los fondos de inversión tradicionales es su eficiencia fiscal. Este aspecto ha sido analizado por diversos expertos en el sector, quienes destacan cómo esta estructura legal permite a los ETFs beneficiarse de un tratamiento fiscal más favorable.
Eficiencia Fiscal de los ETFs
Los ETFs y los fondos de inversión son cestas de acciones, bonos y otros activos financieros que están bajo la gestión de profesionales. Sin embargo, su estructura legal confiere a los ETFs una «magia fiscal» que no poseen los fondos de inversión. Según Bryan Armour, director de investigación de estrategias pasivas para América del Norte en Morningstar, este beneficio fiscal se relaciona con las distribuciones de ganancias de capital anuales dentro de los fondos.
Las ganancias de capital son los impuestos que se deben pagar sobre los beneficios de inversión. La gestión activa de un fondo puede generar estas ganancias al comprar y vender valores, lo que luego se traduce en una carga impositiva para todos los accionistas, independientemente de si reinvierten dichas distribuciones.
El verdadero atractivo de los ETFs se manifiesta en su capacidad para realizar transacciones «in-kind», lo que permite intercambios libres de impuestos para muchos de estos fondos. Aunque este mecanismo puede resultar complejo, implica la participación de grandes inversores institucionales que crean o redimen acciones de ETFs directamente con el proveedor del fondo.
Este beneficio fiscal es especialmente evidente en fondos de acciones. Por ejemplo, más del 60% de los fondos de inversión en acciones distribuyeron ganancias de capital en 2023, mientras que solo el 4% de los ETFs lo hicieron. Se prevé que menos del 4% de los ETFs distribuyan ganancias de capital en 2024, según estimaciones de Morningstar. Este contraste pone de manifiesto la ventaja competitiva que poseen los ETFs en términos de eficiencia fiscal.
Es importante señalar que esta ventaja fiscal es relevante principalmente para los inversores que mantienen sus fondos en cuentas imponibles. Para aquellos que poseen cuentas de jubilación, como planes 401(k) o cuentas de jubilación individual, los beneficios fiscales ya están garantizados, lo que hace que la comparación con los fondos de inversión estándar no sea tan pertinente.
Los expertos también advierten que no todos los ETFs gozan de una ventaja fiscal. Algunos activos subyacentes, como las materias primas físicas o ciertos derivados, pueden no beneficiarse de las transacciones in-kind. Adicionalmente, naciones como Brasil, China, India, Corea del Sur y Taiwán pueden considerar las redenciones in-kind de valores domiciliados en esos países como eventos imponibles.